La renta sería de cuatro puntos si los árbitros hubieran pitado tres penaltis

Mano negra para el Barça, mano blanca para el Madrid

El técnico blaugrana ve la Liga muy difícil, pero cree que estaría más cerca de no ser por las decisiones arbitrales

David Rubio

Decía Pep Guardiola en la rueda de prensa posterior a la exhibición frente al Valencia que el Barça está a diez puntos del Real Madrid, pero que “no ha jugado” para estar a tanta distancia. El de Santpedor no da puntadas sin hilo y cuando reiteró esta idea lo hizo para poner de relieve una sangrante realidad que se está produciendo sin solución de continuidad en este campeonato: las decisiones arbitrales favorables al Real Madrid.

Además, el técnico ha esperado a que el equipo recupere su mejor nivel para dejar caer una queja que está muy presente en el vestuario. Por si alguien lo duda, solo hay que atender al cambio en la corriente de opinión de la prensa madrileña. Los falaces inventores del 'Villarato' llevan meses escondidos en sus trincheras alabando las virtudes de Jose Mourinho y sus jugadores, al tiempo que huyen de cualquier referencia a los colegiados ahora que están echando varias 'manitas' al cuadro blanco.

En concreto, serían tres las manos que cambiarían la clasificación y dejarían el título de Liga mucho más abierto, ya que de los diez puntos actuales se pasaría a una diferencia de cuatro (dos de ellas beneficiaron al Real Madrid y una perjudicó al Barça). Y eso sin tener en cuenta otras jugadas, como el fuera de juego inexistente señalado al Mallorca en el Iberostar Estadi que habría convertido en 2-2 el 1-2 final.

La primera jugada flagrante objeto de debate se produjo el 19 de noviembre en Mestalla en el Valencia-Real Madrid y permitió a los blancos terminar la jornada con tres puntos de ventaja. El conjunto madridista terminó imponiéndose por 2-3 con la inestimable colaboración de José Antonio Teixeira Vitienes, que no vio unas claras manos de Gonzalo Higuaín dentro del área que habrían supuesto el empate a tres goles si el conjunto valencianista hubiera transformado la pena máxima.

La segunda data del 8 de febrero en la 18ª jornada en el derbi barcelonés y supuso que el Real Madrid ampliara en dos puntos más su renta para llegar a cinco. El Espanyol planteó un partido aguerrido y arrancó un empate a uno, en parte gracias a la ayuda de otro ilustre, Turienzo Álvarez, que obvió unas claras manos de Raúl Rodríguez tras un disparo de Pedro que habrían permitido al Barça tener un penalti para ganar.

Y la última 'mano blanca' hasta la fecha se produjo el 4 de febrero en la jornada 23 (Getafe-Real Madrid), en la que el gremio arbitral volvió a rescatar al Madrid. El equipo que dirige Jose Mourinho, para el que tampoco existen los árbitros ahora que la corriente va a su favor, se impuso por 0-1 con un nítido penalti no señalado en la recta final del encuentro por manos de Pepe que habría permitido empatar a los de Luis García y que alejó al Barça a siete puntos de los blancos.

Es decir, que de los diez puntos actuales se pasaría a una Liga sin dueño, con el Real Madrid líder con 57 puntos y el Barça con 53 a solo cuatro.