Luis Suárez, nuevo jugador del Barça

Luis Suárez, el quinto Bota de Oro fichado por el Barça

La llegada de Luis Suárez al Camp Nou supone la quinta ocasión en la que el FC Barcelona incorpora a sus filas a un 'Bota de Oro' tras la llegada de Krankl, Stoichkov, Larsson y Henry

Alfonso Callejas

Han tenido que pasar siete años para que el Barça vuelva a dar un golpe sobre la mesa con el objetivo de sumar mucha pegada a sus filas. La fuga paulatina de futbolistas casados con el gol como Eto’o, Henry, Ibrahimovic o Villa no fue corregida en los despachos. 

La llegada de otros delanteros de un perfil distinto como Alexis o Neymar no ha suplido la carencia de pegada provocada por esas salidas y, es por eso, que el club azulgrana ha vuelto a apostar por la fórmula de dar cabida a todo un ‘Bota de Oro’.

EL MITO HÚNGARO, SIN PREMIO

El primero en llegar fue Sándor Kocsis en 1958. El terrible cabeceador húngaro, al margen de erigirse como ‘pichichi’ del Mundial de Suiza de 1954 con 11 tantos, aterrizó en el Camp Nou tras haber sido máximo goleador europeo en dos ocasiones en 1952 y 1954, acumulando 36 y 33 tantos, respectivamente, defendiendo los colores del Kispest de Budapest.

Sin embargo, aún faltaba una década para que se instaurase oficialmente el galardón de la Bota de Oro a partir de 1968 y Kocsis se quedaría sin un más que merecido premio a su trayectoria como 'killer'.

BOTA DE ORO, PICHICHI Y RECOPA

Así las cosas, habría que esperar hasta dos décadas para que la parroquia azulgrana sacase pecho con el fichaje de un ‘Bota de Oro’. El elegido para reforzar el ataque azulgrana y asumir la difícil papeleta de hacer olvidar a Johan Cruyff fue Hans Krankl. 

El ariete austríaco aterrizaría en Barcelona en 1978 con el trofeo de máximo goleador europeo bajo el brazo tras firmar la friolera de 41 tantos con el Rapid de Viena. Tardaría muy poco en demostrar su potencial goleador. Un año después, engrosaba su vitrina particular con el trofeo Pichichi y con la celebrada Recopa de Europa para olvidar unos días muy convulsos tras sufrir un aparatoso accidente de tráfico.

DE RIVAL EUROPEO A PILAR DEL ‘DREAM TEAM’

La década de los 80 no brindaría ningún Bota de Oro a la afición azulgrana. Habría que esperar hasta los albores de la década de los 90 para celebrar la llegada del correoso Hristo Stoichkov. El eléctrico búlgaro, que había firmado nada más y nada menos que 38 goles en ‘su’ CSKA de Sofia, desembarcaba en el Camp Nou con la Bota de Oro bajo el brazo. Un galardón que tuvo que compartir con el entonces madridista Hugo Sánchez.  

Tras dar más de un quebradero de cabeza a los pupilos de Cruyff con el entonces denominado CFKA Sredets en las semifinales de la Recopa de Europa de 1989 –marcó un doblete en el Camp Nou (4-2) y también vio puerta en Bulgaria (1-2)- y de volver a ‘mojar’ ante los azulgrana en el Ciutat de Palma veraniego de ese mismo año, Núñez no se lo pensó dos veces y apostó por su contratación para el siguiente verano.

DEL ‘MACANUDO’ AL ‘FENÓMENO’

El romance del Barça con la ‘Bota de Oro’ quedaría congelado varias temporadas tras la llegada de Stoichkov. En verano de 1996 aterrizaría en Can Barça Juan Antonio Pizzi. El hispano-argentino se enrolaba en las filas azulgranas con el aval de haber cosechado el Pichichi la temporada anterior con el Tenerife (31 goles). La mala fortuna quiso que firmase esos registros la última campaña en que no computaba el actual sistema de puntos ponderado. 

En detrimento de Pizzi el galardón se lo llevaría el georgiano Zviad Endeladze, que acumuló 40 goles con el modesto Margveti Zestaponi. Uno de sus compañeros en la punta de ataque del Barça ese curso, el prometedor Ronaldo Nazario, se alzaría el año siguiente (1997) con la Bota de Oro al firmar 34 goles, muchos de ellos para enmarcar.

LA EFICACIA SUECA Y LA ELEGANCIA FRANCESA

El tercer ‘Bota de Oro’ oficial que aterrizaría en el Camp Nou tras Krankl y Stoichkov sería Henrik Larsson. El ariete sueco, que se había ganado una merecida fama de cazagoles en Glasgow defendiendo los colores del Celtic, se había proclamado máximo goleador continental en 2001 tras acumular 35 tantos. ‘The King of kings’ abandonaría Celtic Park en el verano de 2004 tras firmar un papel brillante en la Eurocopa de Portugal. Tras un primer año marcado por una durísima lesión de rodilla, acabaría jugando un papel decisivo en la consecución de la Champions de París.

La segunda Copa de Europa del club trajo consigo algunos efectos colaterales. Uno de ellos fue el compromiso que adquirió Thierry Henry con el Arsenal y que le impidió abandonar Londres hasta un año más tarde. En el verano de 2007 ‘Tití’ pisaba el Camp Nou como azulgrana con dos Botas de Oro (2004 y 2005) bajo el brazo. La segunda de ellas compartida con Diego Forlán. Tras un primer curso más discreto, el delantero galo destaparía el tarro de las esencias de la mano de Guardiola el año del ‘triplete’.

LA ‘LOCURA’ DE MESSI Y LA PRIMERA DE SUÁREZ

El ‘invento’ del técnico de Santpedor de ubicar a Leo Messi como falso nueve desencadenó todo un alud goleador del ‘10’ argentino. El genio de Rosario conquistaría la Bota de Oro de 2010 tras firmar 34 goles. Un galardón que repetiría en 2012 y 2013, al acumular la friolera de 50 y 46 tantos, respectivamente.

La primera Bota de Oro del crack argentino coincidiría con el curso más prolífico de Luis Suárez en un campeonato doméstico. El uruguayo, flamante fichaje del Barça de Luis Enrique, acumuló 35 tantos en las filas del Ajax de Ámsterdam. Cuatro goles más que los 31 que cosechó la pasada campaña (31) y que le permitieron alzarse con la Bota de Oro, compartiendo el galardón con Cristiano Ronaldo.