Desde los 16 años soñó con vestirse de blaugrana

Luis Suárez y el Barça, una historia digna de Hollywood

Durante su entrevista en el 'Hat Trick Barça', Luis Suárez explicó de dónde nace su idilio con el que ahora es su club

Luis Suárez junto a Andoni Zubizarreta y Jordi Mestre durante su presentación con el Barça el 19 de agosto de 2014

Luis Suárez junto a Andoni Zubizarreta y Jordi Mestre durante su presentación con el Barça el 19 de agosto de 2014 / sport

JAVIER GIRALDO

La historia de Luis Suárez con el Barça bien podría servir de argumento para una película de Hollywood con final feliz, la del adolescente enamorado de un club que acaba convertido en jugador del equipo de sus amores.

Luis Suárez se empezó a enganchar al Barça cuando tenía 16 años y viajaba a la capital catalana para ver a Sofía Balbi, su novia, que se había trasladado con su familia. “Venía de vacaciones con una ilusión bárbara”, confesó el uruguayo al programa ‘Hat-Trick’ Barça, de Esport3.

“Visitaba la tienda del club, pero como no tenía dinero, solo me hacía fotos. Las primeras botas que me compré eran unas de Ronaldinho, tanto era el fanatismo que tenía”, narró en las cámaras de la televisión catalana. 

CLÁSICOS EN EL CAMP NOU

Suárez nunca dejó de visitar Barcelona. “Me gustaba el equipo, y luego, cuando por su manera de jugar, más aún”. Poco a poco, se convirtió en espectador habitual del Camp Nou. “Vine al 5-0 al Madrid, al 2-0 en el que Cannavaro choca contra un palo al intentar rechazar un disparo de Messi, y a un partido de Champions también contra el Madrid”. 

Primero, cuando ya jugaba en el Ajax, desde la tribuna, “con la capucha puesta para pasar desapercibido; algunos me reconocían pero otros no, lo que nunca hice fue ponerme una bufanda del Barça”, y después, ya cuando formaba parte del Liverpool, “en el palco del Camp Nou”. Cuando debutó como internacional absoluto, un fotógrafo captó una imagen significativa, la de Suárez con una bolsa gris con un escudo del Barça estampado. 

Por si fuera poco, Suárez cuajó una gran amistad con un ex del Barça, Gabri, cuando ambos coincidieron en el Ajax. “Él ya sabía mi opinión del Barça y me explicaba cosas del club. Es uno de los pocos con los que sigo teniendo relación de aquella época”, añade. 

Ahora, las camisetas que se venden en la tienda del Barça son precisamente las que llevan el nombre de aquel niño que se hacía fotos como un adolescente más. El idilio entre el club y el jugador continúa, y se ha extendido a la ciudad. “Mi primera hija nació aquí y mi familia le tiene mucho afecto a la ciudad”, explicó.