Luis Enrique, señalado

Luis Enrique, entrenador del FC Barcelona

Luis Enrique, entrenador del FC Barcelona / Ignasi paredes

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

No hay duda que la debacle ante el PSG ha hecho mucho daño. No solo por la situación límite creada en la Champions y por las nefastas sensaciones del equipo sino por las consecuencias de futuro que puede traer el partido. Muchos jugadores quedaron señalados, pero sin duda, Luis Enrique ha quedado en entredicho. 

La peculiar situación en el club del entenador, dónde aún no se ha podido definir su continuidad, le deja con la lupa encima de él. Técnico y club habían pactado un calendario de mínimos para definir su futuro, pero el brutal KO ante el PSG, lo ha retrasado todo. El Barça está en estado de shock y las dos partes no desean definir el futuro en caliente. Vienen semanas de reflexión, pero queda claro que la situación del entrenador se ha complicado.

SU FUTURO, TRAS LA VUELTA

Luis Enrique era consciente hace tiempo de la importancia de la eliminatoria con el PSG y, por eso, comunicó al club que podrían hablar sobre su futuro justo después del partido de vuelta, a principios de marzo. El técnico quería tranquilidad dentro del vestuario y cero ruido en el entorno para afrontar este doble choque ante los parisinos con las máximas garantías posibles. Luis Enrique acortaba plazos al entender que el club azulgrana no podía estar parado hasta finales de temporada, pero la decisión, en todo caso, nunca se haría pública hasta que el Barça acabase todos sus compromisos oficiales. La cita pactada sería justo después del ocho de marzo para que las dos partes tuvieran margen de maniobra en el caso de que Lucho no siguiera.

El futuro de Luis Enrique era y es una de las preocupaciones de la entidad azulgrana. El entrenador afirmó durante la pretemporada que no pensaba hablar sobre su continuidad hasta el mes de mayo porque la prioridad era el equipo, pero en los últimos meses se han dado reuniones constantes en las que el club ha ido tomando el pulso sobre su continuidad. No estaba ni lejos, ni cerca de seguir, pero el técnico sí que dio síntomas de querer pronunciarse tras la eliminatoria ante el PSG en unas fechas propicias para construir ya el nuevo proyecto deportivo.

reacción del vestuario

El Barça siempre se ha mostrado partidario de la renovación de Luis Enrique, pero la abultada derrota en París le puede pasar factura. El Barça ha puesto al técnico en observación. Entiende que se ha ganado el crédito tras dos temporadas repletas de éxito, pero quieren saber cómo respira el vestuario y la reacción deportiva que tendrá el equipo. Unas semanas de reflexión antes de tomar una decisión. Y eso es lo que sucederá, salvo que Luis Enrique fuerce el encuentro en el caso que diga que se va.

Es evidente que el 4-0 ante el PSG ha hecho mella en la imagen de Luis Enrique ante la afición azulgrana y ha abierto la puerta a todo tipo de especulaciones sobre su relación con los jugadores. Pero eso también sucedió en su primera temporada y, finalmente, acabó ganando un triplete y renovando por dos años más. Hay mucha cuatela, pero el técnico ya no tiene la paella por el mango. Será el Barça el que decida si antes no decide él que se va.