ya ha pedido el fichaje del jugador del Atlético

Luis Enrique quiere a Koke como alternativa a Xavi

La marcha de Xavi a Catar obliga al Barça a mover ficha. Se busca crack de futuro y el primero en la lista apunta directamente al Calderón

Koke puede seguir los pasos de Xavi y acabar desplegando su talento como blaugrana

Koke puede seguir los pasos de Xavi y acabar desplegando su talento como blaugrana / sport

Tomàs Andreu

Luis Enrique ya lo tiene claro. Y así se lo ha transmitido a la comisión técnica que debe llevar a cabo la remodelación de la plantilla pensando en la próxima temporada. El técnico había asumido que el adiós de Xavi Hernández estaba próximo, aunque faltaba por desvelar si sería a final de esta temporada o bien podría prolongarse unos meses más. Al final, con el egarense rumbo a Catar a partir de junio, ha llegado el momento de buscar un sustituto de plenas garantías. El club maneja varios nombres, con diferentes perfiles y precios, pero el primero en la lista del entrenador blaugrana no ofrecer lugar a dudas: Jorge Resurrección Merodio, ‘Koke’.

Koke se ajusta a la perfección al modelo de futbolista que interpreta el estilo de juego de Luis Enrique. A sus 23 años ha alcanzado un principio de madurez más que importante. El futbolista del Atlético Madrid destaca por su capacidad física, unos notables recursos técnicos que sigue puliendo y una enorme visión de juego. Tres características que el entrenador del Barça exige en el centro del campo.

La comisión de técnicos ya sabe el orden de prioridades del asturiano, aunque es consciente de las dificultades que conlleva la empresa. En primer lugar porque ninguno de los actores principales de esta operación está por la labor de forzar un cambio de aires hasta el 2016. Así lo ha manifestado el propio Koke, mientras que el presidente del Atlético, Enrique Cerezo, ha señalado que el jugador sí merece el calificativo de intransferible.

Koke como relevo de Xavi Hernández es el sueño de Luis Enrique que Bartomeu y sus ejecutivos deberán trabajar con suma delicadeza. Hace solo unos meses, después del interés del Barça por incorporarlo en el pasado verano, el Atlético dio un paso al frente cerrando una mejora y ampliación de contrato para que Koke pasara a percibir una ficha acorde a un jugador de primera línea. Desde entonces, el futbolista ha manifestado el deseo de permanecer fiel al Atlético, exprimir al máximo el proyecto ambicioso del Cholo Simeone y, más adelante, contemplar un posible cambio de aires, aunque muy posiblemente lejos de la Liga española. Muy al estilo de Fernando Torres, el jugador no se ve en otro equipo de la Liga que no sea el Atlético.

Este cúmulo de insinuaciones de Koke dejan entrever que su posible aterrizaje en el Camp Nou no será nada fácil. Sin embargo, Luis Enrique ha pedido el esfuerzo y la directiva del Barça está en disposición de hacer las gestiones pertinentes para intentar abrir negociaciones. El precio de salida ya está claro, y más después que el Atlético blindara a su jugador franquicia con una cláusula de rescisión de 60 millones de euros. El club colchonero se ha especializado en las últimas temporadas en ser uno de los grandes protagonistas del mercado, cerrando traspasos millonarios que han afectado a la mayoría de sus cracks. Y el Barça entiende que llegando a la cifra adecuada Koke no tiene porqué ser una excepción.

Luis Enrique y la comisión técnica también han pactado que el desenlace del caso Koke no se puede prolongar en el tiempo. Xavi Hernández debe tener un relevo de garantías, un futbolista de primera línea capaz de asumir la responsabilidad de ayudar a Sergio Busquets e Iniesta en la organización del juego del equipo y esa tarea no puede quedar relegada a los vaivenes de un mercado que con el paso del tiempo siempre penalizará al club blaugrana.

Lucho quiere a Koke, pero la lista de alternativas es amplia. De momento, el club sí que ha prometido que el principal esfuerzo económico irá destinado a potenciar el centro del campo. La mayor partida presupuestaria apunta al futuro sustituto de Xavi. Habrá capacidad para incorporar un centrocampista contrastado.