FC BARCELONA

Luis Enrique, a Mathieu: "O espabilas o..."

El central galo debe recuperar su mejor nivel y olvidarse de sus lapsus, o bien su futuro como culé tiene las horas contadas

El juego de Mathieu este curso no ha cubierto ni mucho menos las expectativas de los técnicos

El juego de Mathieu este curso no ha cubierto ni mucho menos las expectativas de los técnicos / sport

Tomàs Andreu

El pasado martes, SPORT informaba puntualmente de los graves errores que Mathieu cometió en Sevilla y que tuvieron incidencia directa en la derrota final en el Sánchez Pizjuán –error en el primer gol, despiste en el fuera de juego del segundo y el tremendo de lapsus de perder la marca en un saque de esquina–. En la información recogida se constataba el malestar del cuerpo técnico por considerar que el defensa francés no solo no estuvo acertado en acciones individuales sino que además mostró lagunas de concentración impropias de un futbolista de su nivel. Pues bien, el mosqueo fue más allá que un simple comentario de orden privado que trascendió a la prensa.

Según ha confirmado esta redacción, un integrante del staff técnico de Luis Enrique quiso mantener una charla privada con Jeremy Mathieu para analizar el momento profesional que atraviesa el jugador galo. En esta conversación, el técnico blaugrana le transmitió el malestar por considerar que el rendimiento del defensa no está siendo acorde a lo que de él se espera. Es más, en la conversación quedó bien claro que Mathieu es otro de los futbolistas que debe dar un paso al frente o, en caso contrario, a final de la presente temporada el club podría plantearse diferentes alternativas. Por ejemplo, abrir las puertas para forzar un traspaso. 

Es indudable que la línea defensiva del Barça, incluyendo al meta Ter Stegen, ha sido objeto de duras críticas por el gran número de goles encajados en estos escasos dos meses de competición. Luis Enrique, en público, siempre ha salido en defensa de sus jugadores y ha trasladado cualquier tipo de presión al conjunto del vestuario. Otra cuestión bien distinta es que a nivel interno sí ha habido diversos toques de atención. Y el caso de Jeremy Mathieu es uno de ellos.

En todo lo referente al presente y futuro del defensa francés, llueve sobre mojado. No es la primera vez que los técnicos consideran que el rendimiento del futbolista es excesivamente irregular y que en ocasiones puntuales se ‘desconecta’ del encuentro con excesiva facilidad. Ya en la recta final de la pasada temporada la dirección deportiva barajó la posibilidad de situar al futbolista en el mercado. Sin embargo, el alto traspaso abonado al Valencia –cláusula de rescisión de 20 millones de euros– y la larga duración de contrato hizo recomendable su continuidad a la espera de elevar sus prestaciones hasta amortizar buena parte de la fuerte inversión económica llevada a cabo.

En la presente temporada, y pese a estar solo en el mes de octubre, la situación va camino de repetirse. Mathieu es un suplente habitual que ha disfrutado de algunas titularidades, en especial por culpa de los problemas físicos que ha arrastrado Jordi Alba. Ha ejercido de central y lateral zurdo, pero sigue sin dejar huella. Nadie tiene claro su futuro, pero la dirección deportiva sí se ha marcado como reto prioritario disponer de una selecta lista de futuribles refuerzos capaces de ocupar la demarcación del francés.

Nadie da por sentenciado al francés, pero sí se entiende que la paciencia de Luis Enrique y su cuerpo técnico ha llegado a su fin. Mathieu ha sido pieza clave en varios partidos con su solidez, juego aéreo e incluso goles providenciales, pero frente a estos aciertos figura una larga lista de errores y una actitud que desespera en demasiadas ocasiones. O Jeremy espabila o el club se compromete a darle todo tipo de facilidades para que busque nuevo acomodo en otro equipo.

El francés disfrutará de una nueva oportunidad. El ultimátum ahí está, y ahora solo falta por comprobar el efecto de este nuevo aviso de los técnicos del Barça. El equipo le necesita más que nunca en estas jornadas iniciales, pero lo sucedido frente al Sevilla no puede volver a repetirse. Mathieu está marcado y su futuro culé pende de un hilo.