Luis Enrique desvela qué odiaba de sus entrenadores cuando era jugador

Luis Enrique Martínez tiene un carácter peculiar. Por norma general suele rehuir las cámaras de televisión -como sus antecesores en el FC Barcelona, el asturiano no concede entrevistas personalizadas-, sin embargo, cuando se trata de una distendida charla entre amigos, Lucho no tiene problemas para mostrarse natural y desenfadado. 

Así fue como el técnico azulgrana mostró su cara más simpática en el programa 'Colgados del Aro' que este lunes se estrenó en la plataforma 'experienceendesa.tv' y que presentan Juanma Iturriaga y Antoni Daimiel. 

Luis Enrique se dejó ir, habló de sus 'gamberradas' de niño, como cuando saltaban la valla del colegio para jugar en la cancha de baloncesto, y de qué detestaba de sus entrenadores durante su época como jugador. 

"De niño me gustaba el baloncesto. Era de Jordan, de Epi, Sibilio, De la Cruz, jugadores de mi época…", dice apuntando que se decantó por el fútbol porque no tenía aptitudes físicas para el básket, "pero tenía un buen gancho".

LOS PROBLEMAS DE LA BANDA

Sin querer dar nombres, Luis Enrique confesó lo que más le molestaba de sus diferentes entrenadores, cuando era jugador. "Sufrí el típico entrenador pesado que se pasa el partido tocándote los huevos por jugar en la banda. Yo intento, aunque no digo que lo consiga, que al que me toca por allí no decirle todo lo que tiene que hacer el equipo. Yo no lo soportaba", confiesa ayudado por el ambiente relajado.

Y añadió una anécdota al respecto, "un día jugando de lateral derecho, el entrenador me había dicho que regateara con el cuerpo, en un minuto me pongo a hacerlo y me olvido del balón, el rival me robó el balón y nos hicieron un contragolpe. ¿¡Quién me mandaba a mí hacer caso del entrenador!?".

El asturiano se mostró convencido de que "el Luis Enrique jugador se hubiera llevado bien con el Luis Enrique entrenador, porque valoro el perfil de un jugador que se vacía y lo deja todo en el campo".

Aquí puedes ver todo el programa, de aproximadamente una hora de duración. La intervención de Luis Enrique, junto a Jordi Villacampa, llega hacia el 44' y 'dura unos seis minutos: