No reservó a Mascherano y Luis Suárez

Luis Enrique confirmó que Rafinha es su 'anti-submarino amarillo'

Luis Enrique ha apostado por Rafinha Alcántara en los cuatro duelos del Barça contra el Villarreal en una alineación en la que se echó en falta a Dani Alves

Rafinha Alcántara en acción durante un Barça-Villarreal de la temporada 2014-15

Rafinha Alcántara en acción durante un Barça-Villarreal de la temporada 2014-15 / sport

JUAN MANUEL DÍAZ

Luis Enrique Martínez confirmó desde la alineación que afrontaba el partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey 2014-15 con la máxima concentración.

El mensaje fue nítido a sus jugadores: No reservó a nadie y la única variante fue Martín Montoya por Dani Alves, quien no se encontraba al cien por cien de sus posibilidades.

Descontado el esperado cambio en la portería de Ter Stegen por Claudio Bravo, Luis Enrique puso el once en el que más confianza tiene a día de hoy, con la excepción de Dani Alves quien al parecer tenía problemas físicos.

No se puede considerar novedad la inclusión de Rafinha Alcántara en el equipo pues el polivalente canterano ya había disputado los tres anteriores partidos de esta temporada frente al Villarreal y con un buen resultado.

En cambio, sí que fue un gesto de carácter y confianza incluir a Javier Mascherano y Luis Suarez en el equipo a pesar de que los dos jugadores se encontraban a una amonestación del partido de suspensión que les suponía perderse la final de la Copa del Rey del 30 de mayo si el Barça se aseguraba la presencia en la misma.

Así, el equipo quedó formado en defensa por el tándem de centrales habitual Piqué-Mascherano y Sergio Busquets se mantuvo en el pivote para completar el triángulo que da equilibrio al Barcelona en el eje.

Con Rafinha como apuesta segura en uno de los interiores, Andrés Iniesta fue el escogido para completar el centro del campo mientras que Ivan Rakitic se quedó en la recámara y Xavi Hernández, una vez más como suplente.

Y en el ataque, la tripleta Messi-Luis Suárez-Neymar: la mejor forma de demostrarle al Villarreal de Marcelino, con una racha de diez victorias consecutivas en El Madrigal, que el FC Barcelona no estaba dispuesto a conceder la mínima ventaja al rival.

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