Luis Enrique: 20 años no es nada

No cabe duda de que si vengo el año que viene a Oviedo y marco dos goles más, volveré a quitarme la camiseta”. Luis Enrique necesitó menos de 90 minutos para demostrar que era un jugador de sangre caliente, también con la camiseta del Barça: en el primer partido de Liga que jugó como barcelonista, del que hoy se cumplen 20 años, el actual entrenador del Barça marcó dos goles en el campo del Real Oviedo. Comenzaba una historia cuyo final todavía no se ha escrito. 

Luis Enrique había firmado por el Barça ese mismo verano, tras acabar contrato con el Real Madrid: sus primeros partidos oficiales los disputó en la Supercopa de España, pero su bautizo en la Liga llegó en Oviedo, a menos de 30 kilómetros de su Gijón natal. Mayor motivación, imposible. 

Y desde el primer día, ‘Lucho’ dejó claro que, en su caso, la intensidad estaba asegurada. Marcó el 1-3 y el 2-4, ambos de cabeza. El primero, tras una falta sacada por Cuéllar, y el segundo, tras otra falta ejecutada por Pep Guardiola. “No soy un goleador y por eso celebré los goles con tanto entusiasmo, ni siquiera había soñado con un debut así”, dijo el asturiano después del partido. 

En aquella victoria del Barça que entrenaba Bobby Robson, los dos primeros goles fueron obra de Stoichkov. El equipo blaugrana, que acabaría ganando Copa y Recopa de Europa aquella temporada, formó con Baia, Ferrer, Popescu, Nadal, Sergi, Guardiola, Amor, Luis Enrique, De la Peña, Stoichkov y Ronaldo. El Barça hizo historia, porque nunca había empezado la Liga marcando cuatro goles fuera de casa.

el partido de los aerotaxis

Fue un partido extraño, marcado por las circunstancias en las que el Barça llegó a Asturias: de un lado, la expedición oficial, con el grueso de la plantilla. De otro, los dos jugadores brasileños (Ronaldo y Giovanni), que viajaron en un aerotaxi fletado por el 

Barça desde Amsterdam, donde habían disputado un amistoso ante Holanda. 

Y en tercer lugar, los tres portugueses (Figo, Couto y Vitor Baia), que viajaron de Lisboa a Oviedo en otro aerotaxi. El club se gastó 13 millones de pesetas (78.000 euros) para tener a sus jugadores a punto para iniciar la Liga en el Tartiere, aunque finalmente, de los desplazados a última hora, solo jugaron Baia y Ronaldo.

Por cierto, Luis Enrique volvió a jugar en el Carlos Tartiere ante el Oviedo, en la temporada 2000-01, la última del equipo asturiano en Primera: ganó el Barça (2-3), pero marcaron Rivaldo y Kluivert, así que no llegó a quitarse la camiseta para celebrar un gol.