Los últimos días de Thiago en Barcelona

Thiago Alcántara abandonará esta semana Barcelona y se reincorporará a la disciplina del Bayern de Guardiola, de la que ha estado alejado durante los últimos cuatro meses, desde que se lesionara por tercera vez consecutiva del ligamento interior de la rodilla derecha. Thiago recayó en octubre de 2014 en el primer entrenamiento con su equipo tras dejar atrás la misma lesión que le había apartado del Mundial. Desde entonces ha vivido un auténtico vía crucis: “No quiso pasar el invierno allí”, declaran sus próximos para justificar los meses transcurridos en Barcelona. Quiso estar cerca de su familia, de su hermano Rafinha y de la familia política, catalana. Además, a Thiago le operó Ramón Cugat y la recuperación la llevó a cabo con un fisioterapeuta del equipo de Cugat y de Emili Ricard, a quienes conocía de su etapa en el Barcelona. Necesitaba un 'break', alejarse del día a día del club bávaro para evitar que la ansiedad volviera a jugarle alguna mala pasada.

Hay muy pocas imágenes de Thiago en Barcelona. Acaso alguna servida en las redes sociales con motivo del cumpleaños de su hermano y alguna visita en Milo Grill, un restaurante de Barcelona, para saludar a su amigo Carlos Trigo (foto). Thiago ha rechazado cualquier otra aparición pública y solo se recuerda que Pep Guardiola le visitó en un reciente viaje a Barcelona y a la salida de su casa el técnico del Bayern se encontró por casualidad con Gerard Piqué. 

Thiago ha querido máxima privacidad en una rehabilitación que ha efectuado integramente en Catalunya. Fue operado en la Clínica Quirón, luego pasó a usar la piscina del hotel Princesa Sofía para avanzar en su recuperación y efectuar ejercicios específicos dentro del agua. Eran doble sesiones diarias que ha mantenido hasta que dejó la piscina y el gimnasio de la Quirón para acudir en los aledaños del club golf La Mola, centro de operaciones del equipo de Emili Ricard pues por esa montaña han pasado muchos jugadores lesionados del Barcelona cuando Pep Guardiola era entrenador.

Tanta ha sido la discreción que ha querido Thiago, que acudió de incógnito a un partido del Camp Nou sin llegar a pedir entradas al club sino a su hermano, a quien quería ver en directo en el partido de Copa del Rey contra el Villarreal, donde jugaban sus grandes amigos, los hermanos Dos Santos.

El largo invierno se acaba para Thiago. Cuando el equipo alemán vuelva mañana de Lviv, donde hoy juega contra el Shakthar Donestk en los octavos de Champions, se encontrarán con Thiago en el vestuario, un jugador al que han disfrutado a cuenta gotas, pues solo lleva 999 minutos con el club alemán. Pep estará feliz y, seguramente, le frenará para que no le ocurra lo mismo que en la anterior ocasión, cuando quiso forzar para participar en la final de la Copa de Alemania, para acudir a la llamada de Vicente Del Bosque que le esperaba para el Mundial y porque las prisas nunca han sido buenas consejeras para nadie, y menos para un jugador que tiene solo 22 años.