Los números de Neville en el Valencia hacen bueno a Nuno

Gary Neville llegó al banquillo del Valencia el 2 de diciembre de 2015, de la mano de su amigo, socio y propietario del club, Peter Lim, tras la destitución de Nuno Espírito Santo.

La situación del equipo reclamaba una medida de urgencia. Eliminados de la Champions y en plena caída libre en la Liga, al empresario singapurense le pareció que la mejor manera para socorrer al equipo era recurrir a la inexperiencia de Neville. Después de una trayectoria de 19 temporadas como jugador del Manchester United, hasta la fecha había saldado su conocimiento de los banquillos con el puesto de ayudante del seleccionador inglés, Roy Hodgson. 

Dos meses después de la llegada de Neville a Mestalla, la situación no solo no ha mejorado sino que incluso es peor que durante la etapa de su precedesor. 

El próximo rival del Barça en la Copa se encuentra en una posición crítica en la Liga. Solo la Copa ha supuesto una alegría para los valencianistas en las últimas semanas. 

Mientras en la competición del KO los de Neville han saldado las tres fases previas a las semifinales (contra Barakaldo, Granada y las Palmas) con cinco victorias, un empate, 14 goles a favor y 3 en contra, los números en Liga desmontan las esperanzas de la afición.  

El inglés no conoce la victoria en la Liga (5 empates, 3 derrotas, 8 goles a favor y 12 en contra). Además cogió el equipo en la novena posición de la tabla y, depués de la última jornada, está en la décimosegunda, a cinco puntos del descenso. 

La afición empieza a perder la paciencia con Neville, especialmente después de que el pasado fin de semana se consumara la primera derrota del equipo en Mestalla y el entrenador no pudiera ni explicar los motivos. "No entiendo qué ha pasado", se limitó a decir tras la derrota frente al Sporting.