Votaron favorablemente la compra de los terrenos del actual Camp Nou

Los culés ya saben lo que es votar un 9-N

La Generalitat abre un proceso de participación ciudadana en la que los catalanes pueden manifestar su opinión sobre el futuro político de Catalunya. 64 años atrás el Barça hizo lo mismo para saber si su masa social aprobaba la compra de unos solares para levantar un nuevo coliseo. Dos procesos de distinto signo, pero con el mismo talante democrático

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Once fueron las urnas que el FC Barcelona habilitó en su sede social del Pasaje Méndez Vigo en noviembre de 1950. Casi 9.000 socios de los 31.000 con derecho a voto depositaron su sufragio / Foto: Vida Deportiva

David Salinas

El proceso consultivo del próximo 9 de noviembre en Catalunya desempolva otro plebiscito que tuvo lugar ese mismo día, pero 64 años atrás… Dos comicios que no admiten comparación alguna por dirigirse el de ahora (2014) a la ciudadanía catalana y el de entonces (1950) solo a los socios del FC Barcelona. Sin embargo, tanto uno como otro se convocaron con el objetivo de pulsar la opinión del colectivo antes de ejecutar unilateralmente cualquier decisión.

La antigua votación que rescata el actual calendario no fue al uso. La directiva del Barça, presidida entonces por Agustí Montal (padre), convocó a sus asociados a manifestarse en las urnas para saber si estaban de acuerdo o no en la adquisición de unos terrenos para construir allí un nuevo campo.

El feudo de Les Corts, levantado en 1922 bajo la directiva de Joan Gamper, se había quedado pequeño. A finales de 1950 ya no estaba a la altura de un club de la categoría ni el historial del Barça. El coliseo barcelonista no daba respuesta a la demanda del socio: instalaciones estrechas, incómodas, obsoletas… Por no hablar de la constante pérdida de ingresos que suponía el no poder vender más papel del que se disponía, que era muy poco. Ni las sucesivas ampliaciones que experimentó el escenario colmaron las necesidades de la entidad.

La Junta propuso a la masa social la adquisición de unos terrenos y no dudó en abrir una consulta, previo permiso de la autoridad competente. Era, la de la mudanza, una decisión de trascendencia histórica y el gobierno barcelonista quiso conocer la opinión de cada uno de sus asociados. Y para que todo el mundo tuviera tiempo, la alargó el proceso por espacio de cinco días: desde el miércoles 8 al domingo 12 de noviembre de 1950 en la sede social del club, entonces en el Pasaje Méndez Vigo.

Unos 31.000 socios del FC Barcelona estuvieron llamados a las urnas esa semana, pero apenas ejercieron el derecho a voto unos 9.000 (un 28,8%). Solo había dos opciones para poder expresarse: ‘Sí’ (a la compra de los terrenos) o ‘No’ (a la compra de los terrenos). Se impuso el ‘Sí’ por mayoría: 7.835 (87,3%) a 1.132 (12,6%). Las crónicas de la época hablan de una campaña modélica y ejemplar. Cívica y sin incidencias. Las urnas estuvieron abiertas de 10 a 13 horas y de 16 a 21 horas y, para votar, había que presentar el carnet de socio, que era timbrado para dar constancia de haber cumplido con esta consulta social.

Una vez conocidos los resultados, el martes 14 de noviembre se convocó una asamblea de compromisarios en el local social de la Caja de Pensiones y Jubilaciones de la Industria Textil en la que, por aclamación, se aprobó el resultado del plebiscito así como la financiación para adquirir los nuevos terrenos del futuro campo, una operación que se cifró en 12.201.146 pesetas. El FC Barcelona, con este acto, daba el primer paso para edificar el Camp Nou. Pero tendrían que pasar casi siete años (24 de septiembre de 1957) para que se hiciera realidad el sueño de cambiar de casa. Pero esa es otra larga y compleja historia.