"Un chico en apariencia simple, pero que finalmente resulta una persona compleja"

Un libro desvela al Messi más íntimo

Un nuevo libro sobre Leo Messi nos muestra al Messi más personal, que descubre "al único genio que no se parece dentro y fuera del campo"

EFE

Atraído por la "interesante paradoja" del futbolista del Barcelona Lionel Messi, "el único genio que no se parece dentro y fuera del campo", el periodista y escritor Leonardo Faccio ha escrito 'Messi. El chico que siempre llegaba tarde', publicado por la editorial Debate.

"El pecho afuera de Maradona, la elegancia de Zidane, la sonrisa de Ronaldinho, la soberbia de Cristiano Ronaldo...todos son la misma persona dentro y fuera de la cancha", explica Faccio en una entrevista.

"En cambio, Messi, ese jugador eléctrico que vemos todos por la tele, se desenchufa fuera del terreno de juego. Un chico en apariencia simple, pero que finalmente resulta una persona compleja", describe.

Leonardo Faccio (Bueno Aires, 1971), periodista argentino afincado en Barcelona hace casi diez años y uno de los cronistas incluido en la antología 'Lo mejor del nuevo periodismo de América Latina II', se acercó a Messi por encargo de su editorial, pero al final la estrella acabó por atraparlo.

De su compatriota, apenas arrancó una entrevista de quince minutos en verano de 2008. Lo suficiente para comprobar que a Leo "sus palabras le limitan más que explicarlo", así que optó por acercarse a él a través de "más de cien" personajes de su entorno.

Familiares, amigos de las categorías inferiores de Newell's Old Boys, exprofesores, excompañeros o extutores de La Masía o hasta el tipo del restaurante que le trae a su casa de Castelldefels la carne para hacer los asados han conversado con Faccio sobre el 'crack' de Rosario.

Después de hablar con todos ellos, el escritor llega a la conclusión de que, para entender a Messi, "no hay que interpretar sus palabras, porque habla muy poco o nada, sino sus gestos y sus acciones". Por eso, cree que el verdadero mérito de Pep Guardiola ha sido comprender a Messi a través de silencios, miradas y gestos.

Messi, aquel chico casi autista con un déficit en la hormona de crecimiento de andares cansinos y mirada cabizbaja que siempre llegaba tarde a todos sitios, se ha convertido en el mejor jugador del planeta. Y Faccio ha querido explicar "qué hay detrás del genio que ha hecho de lo extraordinario una cosa ordinaria".

A diferencia de Toni Frieros o Luca Caioli, otros dos periodistas que han escrito sobre el delantero azulgrana, Leonardo Faccio nunca ha sido un especialista en deportes. Por eso, su mirada es distinta: "Ellos ampliaron algo más lo que ya vemos en el campo. Yo hablo del Messi que no vemos en el terreno de juego".

Utilizando varios episodios del pasado reciente de Messi -una entrevista, el rodaje de un anuncio publicitario o la última gala del Balón de Oro- el autor salta constantemente en el tiempo para explicar, a través del entorno del jugador, momentos íntimos del futbolista en su pasado más remoto que "ayudan a humanizarlo".

Habla de un Messi al que "le cuesta moverse en las cuestiones más cotidianas", al que no le gusta leer ni ver la tele, pese a los intentos de 'engancharse' a series como 'Lost' o 'Prision Break', porque "todo lo que no sea el juego, cualquier afición que no le permita dominar el desenlace, acaba por aburrirle".

Ese chico de 24 años -"a veces nos olvidamos de que solo tiene esa edad", apunta Faccio- se pasa el día durmiendo y "vive gran parte de su vida a través de una Blackberry", el teléfono que utiliza para comunicarse con su círculo más íntimo de amigos, desvela el escritor.

El libro describe al jugador como una persona tremendamente tímida, que huye del ruido mediático y que odia verse a sí mismo. "De hecho, no le gusta ver el juego. Solo le gusta jugarlo", añade el autor.

Por eso, cuenta la obra, Messi fue capaz de no presentarse a un entrenamiento dos días después de que Guardiola le diera descanso en un partido o de llorar tras perder un partido.

"Vive cada derrota como el fin del mundo", apunta Faccio, quien matiza, no obstante, que con la albiceleste, la carga emotiva que le produce el fracaso es diferente a la que tiene en el Barça: "Uno llora cuando espera ser consolado como sucede acá. En Argentina más que el llanto, lo que hay es frustración, bronca, impotencia. Allí quieren que tenga un rol que él jamás asumió. El de caudillo, el de ser el tipo que se cargue el equipo al hombro".