Leo Messi, a correr... sin prisas

Leo Messi empezará a correr la próxima semana tras superar con éxito el último control físico que le permitirá entrar directamente en la tercera fase de su recuperación. Evidentemente, por mucho que algunos se empeñen en mantener el partido del Real Madrid como gran objetivo en su recuperación, la hoja de ruta de su rehabilitación va por otros derroteros. La prioridad absoluta e innegociable es que el jugador no recibirá el alta hasta que no esté al cien por cien y totalmente recuperado, es decir, el planteamiento es que haya riesgo cero en su reaparición. Bajo esa premisa se está trabajando con el crack argentino. Y los responsables en controlar su rehabilitación son dos argentinos, el fisioterapeuta de la selección albiceleste, Luis García, y el masajista y persona de confianza, Marcelo D’Andrea. Hasta que el jugador no salte al campo para iniciar los ejercicios de balón y la readaptación al campo serán ellos dos los que trabajen diariamente con el crack blaugrana.

Dos semanas. A día de hoy quedan 14 días para el partido contra el Real Madrid y todo el mundo dentro del vestuario ya sabe que no podrán contar con Messi. Por mucho que Luis Enrique intente jugar al gato y al ratón y por mucho que algunos medios caigan en la trampa, la realidad es que la recuperación del jugador está marcada ante todo por la prudencia y la serenidad. Ninguna noticia exterior afecta ni a Messi ni a sus recuperadores, conscientes que se están jugando mucho. No hay una fecha marcada en el calendario porque en ningún caso se quiere crear ansiedad ni incertidumbre en el jugador. Leo volverá cuando sus sensaciones sean las idóneas y punto. 

Además, hay que hacer especial hincapié –algunos parecen obviar este hecho pero es del todo trascendental– que el Barcelona, desde la llegada de estos dos recuperadores argentinos, solo ejerce una función de supervisión y de prestación de servicios al dejar las instalaciones de la Ciutat Esportiva para su recuperación, pero el peso absoluto recae en los profesionales argentinos. Y la prioridad para ellos no es el calendario del Barcelona sino el que marque la rodilla del jugador. Y en su día ya tomaron la decisión –difícil donde las haya–de informar al Tata Martino que era imposible que llegara al partido del día 12 ante Brasil y el del 17 ante Colombia. Así pues, parece difícil que si descartas a Leo para jugar un partido tan importante para la albiceleste, que se juega ir al Mundial, como el que disputará en Colombia, cuatro días después, el 21 de noviembre, esté en perfectas condiciones para jugar contra el Madrid. Si todavía hay gente que cree en los cuentos de hadas pues allá él.

Regreso. Ya hemos dicho que no hay ninguna fecha marcada en rojo. El escenario ideal a día de hoy sería que pudiera jugar unos minutos en el partido de Copa ante el Villanovense para llegar con rodaje al partido de Liga ante el Valencia, pero como decimos no hay ninguna previsión, porque como ya anunció Luis Enrique “en una lesión de ligamentos cada jugador es una historia diferente”.

Lo que está claro es que la lesión se ha ralentizado casi dos semanas, por lo que si estábamos hablando de siete a ocho semanas para su regreso, ahora el planteamiento es de nueve a diez semanas. Hay que recordar que tardó casi una semana más en dejar las muletas y que tendría que haber empezado a correr hace una semana. Quince días de retraso que le alejan del Bernabéu.