Las cuentas pendientes del Barcelona con el Málaga

El Barcelona no pudo pasar del empate sin goles en la visita del Málaga la pasada temporada

El Barcelona no pudo pasar del empate sin goles en la visita del Málaga la pasada temporada / sport

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Míchel, pase lo que pase hoy, tiene prácticamente asegurada su continuidad en el banquillo del Málaga una jornada más. Los andaluces no llegan optimistas, así que salvo goleada escandalosa o ridículo mayúsculo, el técnico no depende de lo que haga su equipo en el estadio barcelonista. 

Pero el Camp Nou, su afición, le tiene ganas, casi tantas como una plantilla a la que se le ha atragantado demasiado los enfrentamientos ante los malagueños durante la etapa de Luis Enrique. Y nadie olvida el último episodio a tres bandas que protagonizó quien fue en su día una referencia del Real Madrid. Los blancos disputaron la última jornada de la pasada Liga en La Rosaleda con tres puntos de ventaja sobre el Barça. Los blaugrana necesitaban la derrota madridista y  ganar ante el Eibar.

Tenerife planeó durante la semana previa al partido hasta que Míchel despejó todas las dudas cuando le preguntaron en Onda Cero si podía hacer el papel de Valdano en las dos Ligas ganadas por Cruyff en la última jornada con la colaboración de los canarios: “Yo soy mucho más madridista que Valdano”, respondió. Luego matizó sus palabras, rectificó escudándose en la profesionalidad del cargo y demás tópicos, pero su primera respuesta fue contundente. A la hora de la verdad, Cristiano Ronaldo tardó un minuto en abrir el marcador que cerraría, sin oposición, Benzema en la segunda mitad. El título fue blanco pese al 4-2 del Barça ante el Eibar en el Camp Nou. 

motivación extra

Al Málaga le faltó en la última jornada la motivación que sí tuvo en el doble duelo liguero ante los blaugrana. En la primera vuelta, en la jornada 12, el equipo de Luis Enrique no supo pasar del 0-0 en casa. Peor se le dio La Rosaleda, horas después de que el Real Madrid empatara ante el Atlético y permitiera al Barça depender de sí mismo para ponerse líder. Luis Enrique ayudó con sus incomprensibles rotaciones a que el partido fuera una pesadilla y acabara 2-0, restando trascendencia al tropezón blanco. 

Pero quienes jugaron aquel encuentro y aún hoy defienden la camiseta del Barça no olvidan lo que significó aquella derrota. Hay ganas de quitarse la espina y seguir en lo más alto de la tabla como líder sólido. Aquellos cinco puntos perdidos habrían permitido acabar campeones. 

Y es que el Málaga se ha convertido en el rival más incómodo de los blaugrana en las últimas tres campañas. Tanto que, con la excepción de la 15-16, en la que sumaron dos victorias, las estadísticas son nefastas. Un año antes, otro empate sin goles en Málaga y derrota en el Camp Nou (0-1). Cinco puntos que no evitaron el alirón culé, pero sí un aviso de que esta noche habrá que mantener la tensión mostrada hasta el momento en la Liga para empezar a saldar cuentas pendientes. El Barça tiene la oportunidad de empezar a abrir la puerta de salida a quien es “más madridista que Valdano”.