El pase depende de la capacidad del Barça para mantenerse fiel a sí mismo

Las consignas de Guardiola para ganar al Milan

Pep espera que su equipo afronte el partido con el espíritu de siempre, a partir del balón y evitando cualquier especulación con el marcador

Juan Manuel Díaz/Javier Miguel

El Camp Nou acoge esta noche un partido grande con un premio excepcional, la clasificación para las semifinales de la Liga de Campeones. Barça y Milan parten sobre el papel en igualdad de condiciones tras el 0-0 del partido de ida  en San Siro aunque la sensación general es que los catalanes son netamente superiores a los lombardos. Una sensación peligrosa porque el entrenador milanista, Massimiliano Allegri, lanzó un mensaje contundente desde las entrañas del Estadi: “Quien no esté motivado para un partido como éste es estupido”.

Como es habitual, Josep Guardiola se encargó de bajar el balón al césped e intentó desmontar esa peligrosa sensación de superioridad que puede apoderarse de una parte del barcelonismo y que llevaría a un exceso de confianza. Durante su comparecencia ante los medios de comunicación, Pep desgranó las premisas que debe cumplir su equipo para imponerse al Milan, y el técnico de Santpedor combinó tanto aspectos técnicos como elementos psicológicos. No desveló ningún secreto, pero sobre todo remarcó que es imprescindible no minusvalorar a un rival plagado de futbolistas experimentados.

A tenor de las palabras de Guardiola, la mejor arma del Barça será mostrarse fiel a sí mismo, ser un equipo reconocible tanto para el rival como para los aficionados. Todo el mundo espera un Milan bien pertrechado en defensa, con dos líneas de contención que cierren los pasillos interiores y a la búsqueda de Zlatan Ibrahimovic con balones largos cuando pueda salir al contragolpe. Y todo el mundo espera un Barça al ataque, organizado en torno al balón y a la búsqueda de la portería contraria.

De ahí que la primera consigna sea desplegar un buen juego de posición y aprovechar el excelente terreno de juego del Camp Nou para conseguir una alta circulación del balón y no perderlo en zonas comprometidas del campo. Los periodistas italianos insistieron una y otra vez para sonsacarle al entrenador barcelonista si recurrirá a la defensa de cuatro o a la línea de tres. Guardiola se reservó esa carta consciente de que este aspecto resulta un quebradero de cabeza para los técnicos milanistas.

En esta guerra táctica, igualmente será fundamental para los blaugrana no caer en una fórmula en la que los italianos son maestros: especular con el marcador. El Barça sabe que cualquier triunfo le clasifica y en cambio, un descuido final en forma de empate le deja fuera del camino a Múnich. Además, el `Pep team¿ nunca ha salido a un terreno de juego a especular, fuera quien fuera el rival y jugara donde jugara, incluido el Santiago Bernabéu que casi ha convertido en su feudo más cómodo.

Aunque se trata de dos equipos que priman el juego colectivo, el Barça para administrar el balón y el Milan para cerrar al rival los espacios, al final dependen en ataque de sus dos estrellas. Ibrahimovic es la referencia `rossonera¿, Messi el final de la conexión blaugrana. De la capacidad para desactivar a Zlatan o Leo dependerá buena parte del choque que en esta temporada tiene tres antecedentes con dos empates (2-2 en el Camp Nou y 0-0 en San Siro) y un triunfo mínimo del Barça (2-3).