liga bbva 2015/16: Villarreal-FC Barcelona

La Liga, un punto más cerca

El Barça deja escapar una ventaja de 0-2 ante el Villarreal, pero suma un empate (2-2) que le deja con nueve puntos de ventaja sobre el Atlético de Madrid

Neymar celebra su gol en El Madrigal

Neymar celebra su gol en El Madrigal / sport

Javier Giraldo

El Barça puntuó en El Madrigal, donde habían perdido el Madrid y el Atlético, y suma un punto más en su camino hacia el título en un partido trepidante y en el que dejó escapar la ventaja de 0-2 que disfrutaba en el descanso gracias a los goles de Rakitic y Neymar.

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LIGA BBVA 2015/16

2
2
Alineaciones
Villarreal
Asenjo; Mario, Bailly, Víctor Ruiz, Rukavina: Castillejo, Bruno, Trigueros, Denis Suárez (Pina, 73); Soldado (Julio Baptistao, min. 82) y Bakambú (Adrián, min. 70).
Barcelona
Bravo; Sergi Roberto, Piqué (Mathieu, min. 53), Mascherano, Jordi Alba; Rakitic, Busquets, Arda Turan (Alves, 56); Messi, Suárez y Neymar

En uno de los campos más complicados de Primera, el Barça estuvo cerca de dar un enorme golpe de autoridad. Se adelantó 0-2 en la primera parte, pero un par de errores puntuales y una acción de mala suerte (un gol en propia puerta de Mathieu) dieron vida al Villarreal. El empate deja al Barça con una ventaja de nueve puntos con respecto al Atlético de Madrid tras la derrota de los colchoneros en Gijón

No fue el mejor día del tridente: Neymar marcó de penalti, pero Suárez y Messi no pudieron resolver el partido. Les falló la puntería y les sobró el acierto del meta Asenjo. 

El partido comenzó eléctrico, con un Villarreal sin complejos y empeñado en complicarle la vida al Barça, como acostumbra ante los grandes de la Liga. Antes de que se hubiera cumplido el primer minuto de juego, Bakambú le ganó la partida a Piqué para sacar un centro al borde del área pequeña. Intentó rematar Trigueros, en una posible falta sobre Arda Turan, y el balón acabó en el palo derecho de Bravo. 

Denis Suárez se deja ver

Volvió a intentarlo poco después Denis Suárez, que caracoleó en terreno del Barça con el balón controlado, mostrando algunas de las virtudes que le permitirán jugar en el Barça la próxima temporada. El gallego se movió excelentemente entre líneas, combinando con sus dos delanteros, Soldado y Bakambú, y generando mucho peligro desde el interior derecho, asumiendo con naturalidad el protagonismo que le reclama su entrenador. Su partido fue una gran tarjeta de presentación.

Pero fue el Barça el encargado de inaugurar el marcador: sin necesidad de dominar el partido, ni siquiera de adueñarse de la posesión, el equipo blaugrana demostró que su pegada tiene un valor incalculable. Cuando no atinan los delanteros, aparecen los centrocampistas, y sobre todo Rakitic, un tesoro a la hora de incorporarse desde la segunda línea.

Messi botó una falta al pelotón del área pequeña, la peleó Suárez y el rechace quedó muerto, justo a pies del croata, que remató a gol con la pierna izquierda sin pensárselo dos veces, entre dos defensas del Villarreal. Fue un gol similar al que marcó en Vallecas ante el Rayo, que también sirvió para abrir el marcador. 

el árbitro, protagonista

Quizá para reclamar su cuota de protagonismo, el árbitro puso demasiado alto el listón de las tarjetas y empezó a intervenir peligrosamente en el partido: debutante en Primera, Sánchez Martínez enseñó cuatro cartulinas amarillas y expulsó al entrenador del Villarreal antes de que se hubiera cumplido la primera media hora de juego, en un partido de ritmo trepidante, pero sin mala fe ni entradas duras. El Villarreal le reclamó la expulsión de Piqué, que cortó un avance de Soldado con la mano cuando ya tenía una tarjeta.

El partido se tranquilizó a partir del gol de Rakitic. El Barça recuperó el control del balón y empezó a marcar el 'tempo' del partido, obligando al Villarreal a dar un paso atrás. Al Barça le faltaba profundidad, pero tocaba y tocaba, siempre al acecho, intentando encontrar una rendija en el entramado del Villarreal.

La encontró Messi, brillante goleador pero también excelente asistente: el argentino filtró un pase de oro para la carerra de Neymar, que superó a Asenjo en el área. El portero del Villarreal le derribó y atrapó el balón, pero el árbitro señaló el punto de penalti, para indignación de Asenjo. El portero del Villarreal reclamaba que su acción había sido limpia porque se había quedado con el balón en las manos

Neymar se disfraza de Panenka

Neymar ejecutó el penalti al estilo Panenka y no falló. El gol dejaba el partido medio sentenciado y al Villarreal, desquiciado con el árbitro. Apenas faltaban un par de minutos para el descanso y El Madrigal estalló contra el árbitro, tristemente convertido en uno de los protagonistas del partido. Se equivocó en las dos direcciones: no supo leer el partido, fue demasiado estricto con las tarjetas y el criterio le falló una y otra vez. 

En el arranque de la segunda parte, cuando el partido parecía encaminarse dulcemente hacia un final plácido, Luis Enrique empezó a reservar jugadores: salieron Piqué y Arda, amonestados, y entraron Mathieu y Alves. El Villarreal supo aprovechar el desconcierto de los cambios para apretar al Barça y pelear por el empate.  

MATHIEU, UN MAR DE DUDAS

Aprovechando las dudas de Mathieu, todo un clásico de la indecisión, Denis Suárez obligó a Bravo a repeler un balón que quedó muerto en el área pequeña. Bakambú estaba en el lugar adecuado para marcar y estrenó el marcador del Villarreal.

El 1-2 animó al equipo local, que empezó a creer en la remontada. Al Barça le faltó capacidad de respuesta, por más que Neymar y Messi intentasen sentenciar el partido por la vía rápida. Probablemente dio el partido por ganado antes de tiempo.

Mathieu volvió a salir en la foto del empate del Villarreal: el francés pagó la bajada de tono del Barça. En un saque de esquina, el balón impactó en el defensa francés y acabó en la red de Bravo. Un gol absurdo que resucitó al Villarreal y que obligaba al Barça a empezar el partido desde cero.

Al equipo blaugrana no pareció disgustarle del todo el empate: intentó marcar el tercero, pero sin descuidar del todo la retaguardia. De hecho, Rakitic tuvo las mejores oportunidades de un Barça que no pudo sumar su decimotercera victoria consecutiva en la Liga. 

Al menos, el Barça supo sobrevivir sin daños colaterales: Luis Suárez estaba amenazado de sanción, pero podrá jugar el clásico. También Piqué, que fue amonestado al cuarto de hora y que estuvo en el alambre durante casi todo el partido. Y de paso, el equipo también salvó su racha de imbatibilidad. Ya son 39 partidos seguidos sin perder y la Liga está cada día más cerca.