Juanjo Sáez: "Cruyff era como el Clint Eastwood de la vida"

Juanjo Sáez, en su estudio del Raval

Juanjo Sáez, en su estudio del Raval / IGNASI PAREDES

Dídac Peyret

Dídac Peyret

El ilustrador Juanjo Sáez (Barcelona, 1972) cuenta entre sus obras más celebradas con 'Viviendo del cuento' y 'El Arte, conversaciones imaginarias con mi madre'. También ha colaborado en medios como El Periódico de Catalunya, TV3, Ara o Rockdelux.

¿Cuáles son sus primeros recuerdos del Barça?

En mi casa eran del Barça a muerte y había varios carnets. Mi padre era una persona muy tranquila. No se quedaba sin cenar si perdían, pero lo seguía mucho. Mi tío era más forofo. A mí no me interesaba mucho, pero me acuerdo de ver con ellos el ‘Força Barça’ de Arús. Eso es lo que más me gustaba del fútbol. Eso fue un mito. Lo veíamos y nos flipaba [Sonríe]. 

¿De qué personaje se acuerda más de esa época?

Mira, pensándolo bien ahora, mi ídolo del fútbol ha sido y será Cruyff. Pero como filósofo, ¿eh? Como genio de la vida. El día que murió me dio mucha pena. Cruyff ha sido un ejemplo para mí.

¿Qué le llamaba la atención de su discurso?

Pues la filosofía de vida que tenía y la capacidad de síntesis para entender las cosas. Para resumirlo todo en obviedades. Eso me parecía brillante. ¿Cómo era eso de que si tú tienes la pelota no lo tiene el otro? Hostia, ¡qué obviedad, pero qué genio! Si la haces tú no lo harán ellos, claro. Genial. Y, luego, la seguridad en sí mismo me parecía acojonante. Era como un Clint Eastwood de la vida. 

Un aspecto que aparece en sus libros es el apego a sus padres, pero también la incomunicación, la lejanía generacional. El fútbol juega ese papel de acercarnos; la liturgia esa de ir al campo y compartir, ¿cómo lo recuerda?

Yo me aburrí, me aburrí muchísimo. Me acuerdo que no entendí nada [risas]. De hecho en la familia corría la leyenda de que mi tío me quería hacer del Barça cuando nací, ¡menos mal que no lo hicieron! Yo creo que tampoco me fijaba mucho en el fútbol un poco por esnobismo. Era una forma de rechazar a la masa. Pero eso es algo que ahora no pienso para nada. Lo veo como lo que es: una forma de espectáculo y de ocio y ya está.  

Le he escuchado muchas veces vincular el arte con las emociones; ¿el fútbol  es arte?

En ese aspecto, sí. De hecho, en un libro que hice hablo de la emoción que siente la gente en jugadas como las que hacía Maradona. El mítico gol de la Mano de Dios. El gol contra Inglaterra.  A mí eso me encanta, escuchar al comentarista llorando y hablando de un ‘barrilete cósmico’. Ese rollo poético me gusta. Pero normalmente el fútbol no es así. En cada partido no hay esa epifanía del débil que supera al fuerte. La épica me gusta donde sea, por eso me gusta el heavy. Porque el heavy es eso. 

Para los seguidores el fútbol les ordena la vida; hay partidos que les trasladan a una época muy determinada. Ocurre algo parecido con las canciones, que es algo que usted explica muy bien en sus viñetas…

Sí. Un amigo que es muy forofo me contaba cómo hace eso, cómo recuerda los años a partir de cosas que hizo el Barça. Está claro que el fútbol es algo que está ahí, que une a la gente, y bueno se crea una comunidad. El ser humano es muy gregario y necesita sentir esa pertenencia. Y en Catalunya con todo el tema del nacionalismo existe esa necesidad de congregar, de hacer piña en contra de algo o una reivindicación común.

Uno de los aspectos más recurrentes en su obra es el miedo a hacerse mayor; del fútbol se dice que es un regreso semanal a la infancia... 

Puede ser. No lo había pensado nunca pero sí que es verdad. Yo todavía juego a la PlayStation, supongo que no deja de ser eso, ¿no? [Risas]. 

¿Qué le sugiere la figura de Messi?

Las jugadas de Messi son un flipe. La verdad es que es alucinante. De hecho, estuve con un grupo de argentinos y me decían que era un poco Asperger. Que puede ser. Porque es un tío que, cuando lo ves, parece que tiene cierta insensibilidad. Está como un poco ausente y entra en trance en el campo. Tiene ese punto mágico de este tipo de personalidades.

Fuera del campo cuesta más ubicarlo....

Conozco a personas que destacan mucho y que de repente no saben interactuar mucho con los demás. Messi tiene ese punto. Él es una persona de verdad cuando está corriendo ahí con la pelota. Fuera del campo, pues bueno, cumple el expediente. Pero yo creo que él existe como ser humano ahí en la hierba, por eso es tan bueno.

¿Qué me dice de Cristiano?

Es muy gracioso en el fútbol siempre hay esta cosa de la némesis, ¿no? El bien y el mal. Cuando estaban Guardiola y Mourinho parecía que lo escribía un guionista. Cristiano es un tipo que el éxito y el talento lo ha convertido en un zumbado. Un loco literalmente. Mira esos gritos y esas cosas que hace. Cuando vaya perdiendo el talento se trastornará como le ha pasado a otros grandes como Maradona. Cristiano va a acabar rollo Michael Jackson. [Risas].