Jose Arnáiz, el crack que se inspiró en Ronaldinho

German Bona

German Bona

 Jose Arnáiz se transforma cuando pisa un terreno de juego, como si se tratara del protagonista de 'Doctor Jekyll y Mister Hyde'. Tímido y reservado fuera del campo, superando todavía el respeto a las cámaras y los focos, en el césped Jose Arnáiz saca a relucir todo su carácter, el mismo que le permite irse de cuantos rivales con ‘malas’ intenciones le salen al paso y de imaginar en décimas de segundo jugadas inverosímiles.

Arnáiz, que marcó el gol ante el Celta y es el pichichi del equipo en la Copa, es un ganador nato, forjado desde la humildad y la admiración a los grandes, como Ronaldinho, del que procuraba no perderse ni un partido. “¡Las cosas que hacía este tío con los pies eran alucinantes!”, explicaba con suma admiración hace unos meses en una entrevista al ‘Norte de Castilla’. Después, se ha ido fijando más en Cristiano Ronaldo, de quien destaca su “portentosa capacidad física”.

Al talaverano la vida no le ha puesto las cosas fáciles, se ha tenido que ir ganando paso a paso cada uno de sus logros, y ha mostrado siempre una madurez muy por delante de su edad, que le ha permitido superar los malos momentos, cuando le hacían jugar hasta de defensa –incluso fue portero de muy pequeño– y tener los pies en el suelo en los buenos, como el actual. Por eso Gerard López, que insistió mucho en un fichaje del que tomó las riendas Jose Mari Bakero, se mostró convencido que todo este éxito no descentrará a su jugador.

Una madurez y estabilidad emocional que le han hecho ser padre a los 22 años de un niño al que ha puesto su nombre, José Manuel, que nació en junio y al que dedica, dedo en la boca simulando un chupete, todos sus goles. 

deslumbrante... y perfeccionista

Pero esta tranquilidad interior de alguien que pasa el día con los suyos y jugando a la ‘Play’ se torna en bendita ‘locura’ sobre el verde. En Valladolid todavía recuerdan el ‘pique’ en un entrenamiento con Isaac Becerra, y es que no se calla una si cree que lleva la razón. Sin carácter no se puede ser un futbolista genial, aunque no le impide acatar al cien por cien las órdenes de su técnico y haber caído de pie en un vestuario que le ha recibido con los brazos abiertos. Arnáiz es un ‘jugón’ de los que se aprecia a primera vista.