Materia reservada

Jordi Masip no tira la toalla

Sigue un plan de trabajo específico con el que ha perdido peso y ganado musculatura

Jordi Masip

Jordi Masip / IGNASI PAREDES

Ivan San Antonio

Cuando a Luis Enrique le preguntan por los porteros, el técnico siempre aprovecha para citar a Jordi Masip. Suya fue la decisión de contar con él en el primer equipo. Lo conocía del filial y estaba convencido de su aportación a la plantilla. Quien peor lleva, de hecho, su nulo protagonismo –solo ha jugado un partido de Copa, ante el Huesca en el Camp Nou– es el asturiano, que así lo ha reconocido en rueda de prensa: “Para mí, como entrenador, es una desgracia no poder dar más minutos a todos”.

Pero Jordi Masip, pese a la lógica decepción por no jugar, no se rinde, no tira la toalla. Defender la portería del Barça no depende exclusivamente de él, por lo que, mientras no llega la oportunidad, se deja la vida en cada entrenamiento. Desde el inicio de la temporada. Valora muy positivamente el hecho de entrenar con los mejores jugadores del mundo, con los que aprende cada día con el objetivo de convertirse en mejor portero de lo que ya es. Su relación con Ter Stegen y Bravo es inmejorable. El chileno, por el idioma, fue el primero con el que empezó a congeniar, aunque por edad y porque al alemán cada vez se le ve más suelto con el castellano, también ha conectado con él. Pese a ello, Montoya, Sergi Roberto o Rafinha son con quienes pasa más tiempo. Todos ellos coincidieron en el filial.

Más allá de sus compañeros, la persona clave que ha logrado que Masip siga enchufado, pendiente de que llegue la oportunidad, es el entrenador de porteros, José Ramón De la Fuente, que le aprieta como si fuera a jugar cada partido, sin darle respiro. Es con el que más habla y el que tiene palabras de ánimo cuando son necesarias. El de Sabadell lo agradece hasta el punto de considerarlo el mejor entrenador de porteros que ha tenido en su carrera. 

La voluntad de Masip es estar listo para cuando Luis Enrique lo crea necesario no es solo a nivel mental, sino también a nivel físico. Desde el inicio de la temporada el cuerpo técnico le preparó un plan específico de trabajo dirigido, sobre todo, a mejorar su musculación. Pasa horas y horas en el gimnasio y su cuerpo lo ha notado. Desde su llegada al primer equipo ha ganado corpulencia a la vez que ha perdido peso. Masip está mucho más fino, más ágil y rápido gracias al plan especial que está siguiendo. Es su primer año en la primera plantilla del Barça, está rodeado de los mejores, tanto en lo que se refiere a futbolistas como a entrenadores, así que, más allá del poco protagonismo que está teniendo a nivel competitivo, está muy satisfecho porque, a sus 26 años, pase lo que pase en el futuro, habrá aprovechado la oportunidad de convertirse en un mejor guardameta del que llegó procedente del Barça B. Jordi Masip no es un iluso, entiende que jugar esta temporada va a ser muy difícil, pero también sabe que su obligación es afrontar cada entrenamiento pensando en que va a ser titular al siguiente partido.