Iniesta se puso el mono de trabajo

Luis Enrique revolucionó equipo y táctica para enfrentarse al Atlético de Madrid. La revolución del equipo hizo que jugadores como Mathieu, Rafinha, Busquets e Iniesta recuperasen la titularidad después de la victoria del domingo anterior ante el Leganés.

Uno de los que recuperaron la titularidad fue, como hemos dicho, Andrés Iniesta. El capitán del Barcelona se ubicó -como siempre en el interor izquierdo de su equipo. Pero a diferencia de otros partidos, en esta ocasión el centrocampista manchego no solo debía dedicarse a tener el control del partido si no que debía vigilar su zona ya que Luis Enrique ordenó defensa de tres por lo que él debía vigilar esa banda y la subida por allí de Saúl y de Vrsaljko.

Desgaste físico

La táctica de Luis Enrique suponía un desgaste físico de todos los jugadores pero, y muy especialmente, de los interiores del equipo, léase Iniesta y Sergi Roberto. Andrés, que le falta ritmo después su lesión y de los pocos minutos que ha disputado después de su reaparición en Vitoria (Alavés, París y minutos ante el Leganés) hizo un serio desgaste físico durante los 70 minutos que estuvo sobre el pesado césped del Vicente Calderón.

Durante todo el tiempo que estuvo sobre el campo se vio más al capitán del Barcelona corriendo dentrás del balón y persiguiendo al rival que siendo él quien hiciese jugar a su equipo y dando la pausa y tranquilidad que necesita el juego del equipo azulgrana para imponerse al rival con el balón.

La indudable calidad que atesora Iniesta se vio poco sobre el césped del Calderón. Alguna jugada aislada, algún pase mágico para Neymar o Suárez, alguna combinación con Messi..., poco para la calidad de Iniesta. No fue el mejor Iniesta pero en esta ocasión el capitán se sacrificó para el equipo.