"Es imposible que me deje ganar, pero un tonto hace mucho daño, por no decir un hijo de puta"

El Málaga-Real Madrid, en la que puede estar el título en juego, sigue levantando mucha polémica. Todo se inició con unas declaraciones del técnico del conjunto andaluz, Míchel, recordando su madridismo y asegurando que prefería "hacer el pasillo al Madrid que la puñeta". 

A raíz de ahí, y pese a una matización posterior, los hechos se desencadenaron con el tuit del presidente de la entidad, Al-Thani, calificando de "escoria", después 'matizó que a la prensa catalana, que se había puesto las manos a la cabeza por las palabras de Míchel, y el duro comunicado de respuesta del FC Barcelona mostrando su "rechazo e indignación" y anunciando que lo denunciará "ante el Comité Antiviolencia del Consejo Superior del Deporte, y trasladará el asunto al Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol, y el Departamento de Integridad de La Liga".

Este jueves, y tras todo el revuelo generado, Míchel ha vuelto a hablar, en este caso a Radio Marca, para dejar bien claro que "es imposible que me deje ganar. Cualquiera que escuche lo que dije es imposible que deduzca que me voy a dejar ganar, que quiero que gane otro".

El problema es que el técnico se fue 'envalentonando' indignado con los medios y aseguró que "he hablado y lo han cortado. Eso es no conocerme, ¿cómo le voy a decir a mis jugadores, ¿oye, hoy.... En mi plantilla hay jugadores del Barça, Madrid y Atleti, peor por encima de todo, son del Málaga".

Su enfado fue a más hasta dejar nuevas 'perlas' que más que arreglar la situación, la empeoran: "Si no concedes entrevistas eres un borde, si las concedes, cortan y pegan. Si alguien es sensato, los hay sensatos y tontos en todos los clubs, nadie que pueda sospechar nada de mis palabras. Mi interés está en el Málaga, todo es desconocimiento, más que maldad. Hace tanto daño un tonto... no voy a decir un hijo de puta". Y se quedó tan ancho.