'Ibra' detalla cómo fue fichado por 70 millones y la táctica para ser vendido por 20

Ibrahimovic, a Rosell: "Me quiero ir al Madrid con Mourinho"

Ibrahimovic explica en su autobiografía los pormenores de su traspaso desde el Barça: "Pedían 50 millones, luego 40, 30 y al final 20. Todo gracias a Guardiola"

Ibrahimovic tuvo sus más y sus menos con Guardiola

Ibrahimovic tuvo sus más y sus menos con Guardiola durante su etapa en el Barça / sport

Albert Masnou

"Moratti me sorprendió al mostrarse cooperativo. Solo ponía una condición. Quería meterle el dedo en el ojo al Milan y venderme al Barcelona por más de lo que el Madrid había pagado por Kaká. Y eso no son cuatro chavos. Eso significaba que era el segundo traspaso más caro de la historia del fútbol. Y Joan Laporta no tenía problema con ello. Moratti y él llegaron a un acuerdo rápido. Estuve a punto de desmayarme cuando oí las cifras que se movía el traspaso", explica Ibrahimovic en su libro "I am Zlatan Ibrahimovic". Una de las mejores autobiografías jamás publicadas por un deportista.

Su llegada, sus goles, su polémica con Pep Guardiola, su desprecio hacía Messi, Iniesta o Xavi, a quienes calificó de "escolares", son de sobras conocidos por todos los barcelonistas. No lo es tanto, sin embargo, cómo fue el proceso de su venta, que descubrió él mismo en su libro:

Ibra: "Mino Raiola y yo le dimos la misma respuesta a Rosell que a Bartomeu. 

Rosell me dijo : -¿A qué equipo quieres ir?”. 

-Al Real Madrid”, respondí.

Se puso pálido. Dejar ir a una estrella del Barça al Madrid es una gran traición. 

Rosell aseguró : No es posible. Cualquiera opción menos esa.

Estaba realmente temblando. Mino y yo lo tuvimos muy claro. Ahora estamos jugando nuestro partido. Y yo estaba muy calmado. 

Ibra: Me has hecho una pregunta y te doy una respuesta. Y estoy feliz de decirte que en el Madrid es el único equipo en el que me veo jugando. Me gusta Mourinho pero tenéis que llamarles y decírselo a ellos. ¿Está bien?”, le dije.

Evidentemente no era su idea (...) El club empezó a negociar con el Milan por el equivalente a 40 millones de libras. Rosell tenía la presión de recuperar el dinero pero si me vendía al Madrid, sería linchado por sus aficionados. No era una situación fácil para él. No me podían mantener en el equipo por culpa de Guardiola y no me podían vender al Madrid. Había recibido un golpe directo a la mandíbula. Mantuvimos la presión. (...)

Empezaron pidiendo 50 millones de libras. El Milan no tenía para pagar tanto dinero y no sabéis lo desesperado que estaba Rosell tratando de sacar el máximo dinero. Luego quería 50/40 millones de euros pero Mino seguía jugando duro: "No lograréis nada. Ibra se va al Madrid. No queremos ir al Milan. "¿Qué tal 30 millones?", decía Rosell. Iba pasando el tiempo y Sandro seguía bajando el precio más y más. Finalmente fui vendido por 20 millones de euros. Gracias a una sola persona, mi precio inicial había caído 50 millones. Y yo podía irme al Milan, que es lo que quería".

RAIOLA, LA CITA

Uno de los extractos más jugosos del libro es cuando Ibra cuenta su relación con Mino Raiola, especialmente en los inicios:

"Llamé a Thjis Slegers, periodista de Voetball Internacional, una persona que conocía bien mi manera de funcionar: 

-Necesito a un agente. ¿Cuál es el mejor para mí? 

-Escucha -me dijo-. Hay dos agentes. Uno es la empresa que trabaja para Beckham. Supongo que son fantásticos. Hay otro hombre pero…"

-¿...Pero qué?

-Es un mafioso. 

-¿Mafioso?, suena bien.

-Me supondría que dirías esto...

Era el agente de Maxwell e intentó ponerse en contacto conmigo vía Maxwell algunos meses antes porque es la forma en la que trabaja, siempre va a través de intermediarios. Nació en el sur de Italia, en Salermo. Con un año, su familia se fue a vivir a Harlem (Holanda), donde abrió una pizzería. Limpiaba platos y ayudaba como camarero de joven.

"Thjis acordó un encuentro en Okura, un restaurante increíblemente elegante y lujoso. Reservamos una mesa. No sabía realmente qué tipo de persona podía esperar, posiblemente a un hombre con un traje y un reloj de oro, pero... ¿Quién demonios apareció? Un currito con tejanos y una camiseta Nike, como uno de los chicos de Los Sopranos. 

¿Sabes qué me hizo después, este bastardo? Me cogió cuatro páginas de papel impresas con nombres y cifras. Anotó a Vieri (27 partidos, 24 goles, Inzaghi (25 partidos, 20 goles), Trezeguet (24 partidos, 20 goles) y finalmente mi nombre (25 partidos, 5 goles).

Raiola: ¿Crees que puedo venderte con estadísticas como estas?”.

Ibra: ¿Es un ataque esto? Si marco 20 goles, incluso mi madre podría venderme”.

Él quería reírse pero lo sé ahora, no entonces... y Siguió con su juego.

Raiola: ¿Piensas que eres muy bueno?.

Ibra: ¿De qué hablas?

Raiola: Seguro que piensas que me has impresionado con tu reloj, con tu chaqueta y con tu Porsche. Pero no, es ridículo.

Ibra: Vale, le respondí

Raiola: ¿Quieres ser el mejor del mundo o quiere ser el que cobre más para salir a la calle con estas cosas?.

Ibra: El mejor del mundo. (...)