Griezmann y el Barcelona, a la tercera va la vencida

El Barcelona ha necesitado tres tentativas para conseguir convencer al delantero francés Antoine Griezmann. La suya será, sin duda, una de las incorporaciones más trabajadas de la historia reciente del club blaugrana, que ha necesitado desplegar todas sus dotes de persuasión para acabar convenciendo al hasta ahora jugador colchonero de que lo mejor para su carrera era poner punto y final a su etapa en el Atlético y recalar en el Camp Nou.

Hace días que Griezmann dio el 'sí, quiero' al Barcelona, aunque el matrimonio no ha podido consumarse por diversas causas hasta el día de hoy o el lunes a más tardar. Detrás quedará un amplio historial de seducciones y desencuentros, ya que el delantero francés desestimó las dos primeras ofertas que recibió del club blaugrana.

La primera aproximación tuvo lugar cuando Griezmann acababa de dar el salto al primer equipo de la Real Sociedad, que entonces (temporada 2009-2010) militaba en Segunda División. El francés fue el gran protagonista del último ascenso del equipo donostiarra y su irrupción no pasó desapercibida. Había empezado aquella campaña en la División de Plata como una promesa más de la cantera, pero no tardó en hacerse con la titularidad y acabó siendo decisivo.

propuesta

Su juego llamó la atención del por aquel entonces técnico del Barcelona Pep Guardiola. Años más tarde el propio Griezmann lo reconocería. "Guardiola quería hacerme venir para que jugara en el B y me familiarizara con el estilo de juego del Barça. Pero eso no me interesaba", explicó. Aquel fue su primer rechazo al Barcelona.

Ocho años después el Barça volvió a cruzarse en su camino y la respuesta volvió a ser negativa, aunque en esta ocasión al francés le costó mucho más decidirse. Lo más polémico de todo aquella experiencia fue que el jugador hizo pública su decisión de continuar en el Atlético mediante un documental ('La Decisión') producido por la productora Kosmos Studios, de la que es propietario el central blaugrana Gerard Piqué.

dudas

El Barça estuvo entonces muy cerca de fichar a Griezmann, que tras meses de negociaciones y dudas acabó decantándose por seguir un año más en Madrid. Los dirigentes del equipo colchonero pusieron entonces toda la carne en el asador y acabaron convenciéndole para renovar su contrato con una ficha galáctica y promesas de que sería el gran líder del proyecto. Su gran amigo Diego Godín y el técnico, Diego Simeone, hicieron mucho para acabar decantando la balanza en favor del Atlético.

Pero a los pocos meses el delantero francés se dio cuenta de que se había equivocado prorrogando su compromiso y volvió a llamar a la puerta del Barcelona. Y pese a todo lo sucedido el verano anterior, no la encontró cerrada.