Gracias a la hormona del crecimiento Messi ha podido llegar a la élite

Con este tratamiento, el delantero argentino ha llegado a triunfar como futbolista profesional en el Barcelona

En los últimos días se ha puesto de moda hablar sobre el tratamiento de hormonas del crecimiento que recibió Leo Messi siendo preadolescente en su ciudad natal (Rosario). Muchos han buscado en él las razones de sus lesiones musculares en el FC Barcelona como jugador profesional. Lo primero que hay que afirmar, de forma urgente y categórica, es que gracias a ese diagnóstico precoz y a los tres años de tratamiento que recibió, Messi ha podido convertirse en el futbolista que es hoy en día, uno de los grandes talentos de este deporte.

Fueron los responsables del fútbol base del Newell's quienes alertaron a la familia Messi Cuccittini del problema de Leo en enero de 1997. El chico, reconocido ya en esa época como uno de los mayores talentos de la Escuela Malvinas (donde se aloja el fútbol base de Newell's Old Boys), fue reconocido por el prestigioso endocrino rosarino Diego Schwarzstein en su Clínica de Glándulas y Medicina Interna. En julio de 1998, cuando Leo acababa de cumplir los 11 años, medía 1,32 metros y pesaba 30 kilos, una edad ósea correspondiente a un niño de 10 años.

Messi empezó entonces un tratamiento consistente en inyectarse cada día una dosis de 75 ug de Levotiroxina, una hormona que se produce en el tiroides y actúa aumentando el metabolismo basal.

Leo continuó bajo el control del doctor Schwarzstein hasta enero de 2001, poco antes de que Messi y su familia se desplazaran juntos a Barcelona una vez firmado el contrato con el club azulgrana. El chico, entonces en edad infantil, presentó a los servicios médicos del Barça un certificado en el que se recogía todo su historial. En el momento de llegar al Camp Nou, Leo ya medía 1,48 metros y pesaba 39 kilos. Todavía presentaba un retraso en su crecimiento de un año.

Gracias a todo el trabajo médico que se llevó a cabo en Argentina, Messi pudo ir sumando centímetros de forma regular y paulatina y dentro de lo que los médicos llaman percentilo, que mide la curva de crecimiento. De no haber recibido esta ayuda en forma de hormonas, es más que probable que Leo Messi no hubiera podido competir ni tan siquiera con futbolistas de su edad. Hay que recordar que una vez empezó a formar parte de la disciplina del FC Barcelona, ese tratamiento hormonal se sustituyó por un trabajo físico específico para él y una cuidada alimentación. Los técnicos del club siempre fueron muy valientes con él, haciéndole jugar en una categoría por encima de su edad. En agosto de 2004, hace solamente cuatro años, formó parte de la gira asiática del primer equipo del Barça. Más precocidad, imposible.