Gerard: "No voy a traicionar lo que nos ha hecho grandes como club"

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Gerard López conoce bien el Barça desde dos perspectivas privilegiadas: el terreno de juego y el banquillo. Y sabe que el estilo que caracteriza a los azulgranas no se toca. El entrenador del Barcelona B repasa su trayectoria y explica su filosofía de juego en una entrevista a LaLiga.

Para empezar, reconoce que en su etapa de jugador, sus buenas campañas en el Valencia le permitieron regresar al Barça. “Coincidimos una gran generación de jugadores comandados por Cúper y ahí se me abrió la posibilidad de volver a casa. Los Farinós, Piojo, Kily, Mendieta... todos consiguieron llegar a grandes equipos”, recuerda el de Granollers.

Su etapa como jugador azulgrana no fue tan productiva, pero de todo hay que quedarse con lo mejor. “El estrés de los años del Barça y las lesiones hicieron que no tuviera esta continuidad. Una desgracia, siempre lo pienso, pero también creo que fui un afortunado y un privilegiado por vivir tantos años de fútbol en Primera División y experiencias bonitas", explica Gerard.

Su experiencia como futbolista le sirve, y de mucho, al frente de los banquillos. También para aconsejar a los jóvenes futbolistas del filial que quieren triunfar algún día con el primer equipo. La receta es trabajo y humildad. “El fútbol es muy exigente y los chicos son jóvenes, se creen que se pueden comer el mundo, y hoy en día hace falta muchísima profesionalidad y estar maduro para dar este paso; asumir la presión  que les puede venir encima dentro de poco tiempo, y especialmente en el Barça, porque le damos mucha importancia al hecho de formar al jugador joven, que esté preparado para empezar a entrenar con el primer equipo, empezar a llamar la atención del entrenador del primer equipo”, asegura Gerard López acerca de la filosofía del club, que se la hace propia.

Por eso, tiene muy claro que “no voy a traicionar lo que nos ha hecho grandes como club y que los chicos entiendan que para llegar arriba entendemos el fútbol de una manera muy concreta y la vamos a llevar al límite que queremos nosotros”.

Una etapa la que está viviendo ahora, la de entrenador en Segunda A, que le satisface plenamente y le enriquece en su carrera: “Cada partido me lo tomo como una experiencia gratificante y bonita. Enfrentarme a entrenadores que muchos ya han dirigido en Primera División y compartir esta batalla táctica es un privilegio y un honor. Es un reto especial que afronto con la máxima ilusión del mundo”, concluye Gerard.