FC BARCELONA

Gai Assulin, una historia conocida

Gai Assulin regresa al Mini Estadi este sábado vestido con la camiseta del Sabadell tras sincerarse en una extensa entrevista concedida a SPORT

Pep Guardiola mimó a Gai Assulin mientras estuvo a sus órdenes

Pep Guardiola mimó a Gai Assulin mientras estuvo a sus órdenes / sport

IVAN SAN ANTONIO

Gai Assulin jugará en el Mini Estadi este sábado con la camiseta del Sabadell (20:30). No hace tantos años, su proyección era imparable y los más valientes analistas le comparaban con Leo Messi. El israelí vuelve a disfrutar del fútbol y de su segunda patria, Barcelona, pero su presente dista mucho del futuro que pronosticaron para él. Las razones son muchas. Es una historia conocida para quienes trabajan el día a día en el fútbol base.

Corría el mes de marzo de 2008. Gai Assulin hizo historia con la selección de Israel. La culpa la tuvo él, pero también Dror Kashtan, su seleccionador, que convirtió al entonces blaugrana en el primer futbolista israelí en debutar con la absoluta pese a no haberlo hecho con el primer equipo de su club. Repitió la historia que precisamente había protagonizado, hacía 46 años, el propio Dror Khastan. Gai jugó se estrenó con su selección en un amistoso ante Chile el 25 de marzo de 2008.

Aquella aparición confirmaba todo lo que Gai Assulin exponía con su juego semana a semana en el Barça B de la mano de Pep Guardiola. En aquel mes de marzo de 2008 el israelí tenía 17 años y figuraba como segundo máximo goleador del filial en Tercera División con ocho goles. Había llegado al club cinco años atrás, en 2003, tras dejar boquiabiertos a Martínez Vilaseca y a Josep Colomer, responsables de la cantera culé, en el Campus de Andorra. Fueron cinco años en los que todo fue de color de rosas. Tanto que Messi ya tenía sustituto. Craso error. Las comparaciones siempre son odiosas. Cuando se hacen entre un chaval de 17 años y Leo Messi lo son mucho más.

Aquel mes de marzo fue uno de los puntos culminantes de su carrera, aunque en aquel momento no lo sabía nadie, tampoco él. Esa temporada pudo irse al Chelsea por una millonada, pero prefirió quedarse. La temporada siguiente, tras la llegada de Luis Enrique, no le quedó más remedio que hacer las maletas rumbo a Inglaterra para enrolarse en las filas del Manchester City. A partir de ahí, la caída fue imparable. Nunca un entrenador fue tan decisivo en cortar la proyección de un canterano que siempre ha reconocido sus errores, pero al que no le dejaron equivocarse. Ni le dejaron, ni se lo perdonaron, algo que, en fase de formación, debería estar en la primera página del librillo de un entrenador.

El pasado nunca vuelve, pero este sábado el Mini Estadi vivirá el retorno de uno de sus canteranos ilustres, Gai Assulin, vestido con la camiseta del Sabadell. El israelí dijo un día, siendo futbolista del Brighton & Hove Albion, que "volveré a jugar frente a mis excompañeros". Nunca pensó que sería ante el Barça B. En la cara de los pocos canteranos que hoy habitan en el vestuario del filial verá reflejada la ilusión por triunfar en el Camp Nou que un día él también tuvo. No le dejaron intentarlo, pero el rencor es de perdedores e infelices. Gai, hoy, vuelve a sonreír.