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ENTREVISTA SPORT: Gai Assulin: "Cuando dejas el Barça, es la guerra"

Gai Assulin es uno de los canteranos con más proyección de los que pasaron por La Masía, pero las cosas se torcieron. El próximo sábado visita el Mini Estadi con el Sabadell y, antes del partido, ha querido compartir su experiencia vital con SPORT

Gai Assulin charló durante más de una hora con SPORT en Barcelona

Gai Assulin charló durante más de una hora con SPORT en Barcelona / sport

IVAN SAN ANTONIO

¿Qué hace Gai Assulin en el Sabadell?

Me llamó el jefe de Hummel personalmente. Me dijo el proyecto que tenían en mente para hacer un buen año e intentar ascender y me gustó. También me gustó volver a España, volver a competir y estar en una ciudad que conozco muy bien. Estoy muy contento.

Solo tiene 25 años, pero ha jugado en nueve clubs. ¿Tanto cuesta asentarse?

Desde el momento que dejé el Barça he tomado muy malas decisiones en mi carrera y lo he pagado muy caro. Ir al Manchester City y estar en el Reservas y no jugar fue lo peor que me ha podido pasar porque lo que necesitaba entonces era jugar y competir. Estaba sin jugar ni tener oportunidades en el primer equipo porque empezaron a firmar gente de mucho nivel… Y a partir de ahí volví a España. Estuve jugando en el Racing, en el Hércules y fueron dos años en los que competí bien, a pesar de que descendimos los dos años.

¿Y luego?

Al Mallorca, otro error que cometí porque ahí no fui porque realmente me quisieran, sino que me quiso el director deportivo, Dudu Aouate, que se fue a los dos meses.

¿No se aprende de los errores?

No es cuestión de aprender. Tomas decisiones y nunca sabes si vas a acertar. Cuando me fui al Mallorca tenía ofertas del Llagostera, del Cádiz, que acababa de subir… pero fui porque Dudu me dijo que confiaba mucho en mi. Pero a los dos meses se fue del Mallorca y yo me quedé.

Antes firmó por el Granada.

Y me cedió al Hércules. Estuve bien, jugué muy a gusto. Y al año siguiente tuve ofertas de equipos de Segunda, pero cometí el error de irme al Mallorca, donde no jugué casi nada y fui desconvocado muchos partidos. Y ahí, después de un año en blanco prácticamente, no consigo encontrar equipo porque cualquiera que me vea me dirá que he jugado desde noviembre y no saben cómo estás. Algunos equipos me querían a prueba, pero no me convenía. Me salió una oferta muy buena económicamente en Israel y pensé que era el momento de volver con mi familia. Firmé en diciembre y bien, pero no es lo mío. El nivel no es de lo más alto que hay, la profesionalidad es muy poca y decidí volver a España como fuera.

¿No se lo pensó ni por dinero? En Israel pagaban más.

No, el dinero no es ninguna prioridad. No es por dinero, ya sabemos las cantidades en Segunda B como están, pero es una decisión personal porque a mi edad lo que tengo que hacer es jugar, competir y destacar. Y es el momento adecuado. No tengo una edad para llevar mi carrera a otros sitios por un tema económico.

¿Cómo se siente?

Me encuentro muy bien, con confianza, que es lo más importante para un futbolista.

¿La perdió?

Cuando no juegas mucho tiempo, al final cuando vuelves a jugar dudas mucho en muchas ocasiones y cuando vuelves a jugar recuperas sensaciones. Cuando a principio de temporada jugué me encontré muy a gusto y es lo mejor que hay. Eso no te lo da ni aunque estuviera cobrando barbaridades.

¿Dónde espera llegar?

A lo máximo, pero teniendo en cuenta que será un proceso. Sigo aspirando a jugar a un nivel alto, lo más alto posible, para eso entreno y juego. Sí que es verdad que en el  Barça el paso a un primer equipo o a un nivel alto es más fácil que en otros equipos. Lo sé y lo acepto.

A veces hay que retroceder para…

Bajar es aprender mucho. Cuando sales del Barça aprendes muchísimas cosas en la vida y en el fútbol que no existen estando en el Barça.

¿Qué cosas?

La madurez, por ejemplo. Es una cosa que la aprendí estando fuera del Barça. Allí son todos chavales de la misma edad, tienen la misma forma de jugar, y cuando sales del Barça es como una guerra: tienes que jugarte el puesto dándolo todo durante toda la semana. En el Barça también, pero es más fácil porque si eres un jugador de toque, lo explotas y bien, pero fuera del Barça es más difícil.

¿Qué más?

En el Barça tienes muchas facilidades, estás pensando en fútbol, fútbol y fútbol  y todo lo que te rodea está pensado para que llegues a lo más alto posible. Si lo haces muy bien, sino… Pero lo tienes ahí. En otros equipos es mucho más difícil, te tienes que espabilar más rápido.

Valdés dijo que en Alemania descubrió que debía llevar monedas para pagar el tranvía.

Si vamos a los detalles podríamos decir mil en los que el Barça lo hace todo para que solo juegues. Casi juegan por ti. Es algo parecido a lo de Valdés, pero quizás no tanto para mí porque él estuvo muchos años a tan alto nivel. Y salir de ahí e ir al metro (no lo digo por falta de humildad), sino que es difícil, es como ser el más rico del mundo y de repente... Pero en mi caso lo noto más en lo futbolístico.

¿Por qué?

Porque tienes que acostumbrarte a todo y destacar. Llegas a un equipo que juega 4-4-2 y te dicen que defiendas del medio campo para abajo y cuando tengamos el balón tienes que ir al contraataque y correr a toda hostia. Tienes que cambiar el chip. El Barça es moverse con balón, dar salida, pero todo con balón. Le cuesta mucho sin balón. Tener el balón te da una facilidad tremenda. Cuesta ver al rival tocando y tocando y tú detrás del balón.

¿Su peor error fue dejar el Barça?

En el Barça ya sabemos lo que pasó.

¿Que pasó?

Pues muy fácil. Luis Enrique era el entrenador y no contaba conmigo para la siguiente temporada después de estar ahí tantos años. Y yo tenía contrato, pero no iba a seguir estando sin jugar. Y decidí irme.

¿Por qué no contó con usted?

No lo sé, la verdad. Podría decir mil cosas, pero no encuentro una razón sincera. Supongo que varios factores y yo también me culpo a mí y hago autocrítica. Es verdad que en algún momento de la temporada no lo di todo y no estuve al nivel, pero claro, también es verdad que cuando estás mal, tener a alguien que te apoye o te empuje para adelante ayuda mucho. Pero si estás mal y te tiran a la basura… Fue una pena porque el Barça para mí siempre ha sido el club de mi corazón y es donde he aprendido a jugar a fútbol.

¿Cambiaría algo de aquella época?

Pues sí, cambiaría mucho. En el momento en el que hubiera llegado Luis Enrique lo que haría sería salir al campo y darlo todo porque sé que es un entrenador al que le gusta que sus jugadores den el doscientos por cien. Si lo sé, lo haría. Y no lo hice. También es verdad que era muy joven y no entendía este proceso. Fue un error mío. Si estuviera ahora en el Barça lo daría todo, aunque luego es cierto que puede salirte bien o mal.

Parece que le costó mucho el cambio de Guardiola a Luis Enrique.

Sí, la verdad es que yo con Guardiola hubo otro tipo de relación, de entrenamientos, de afrontar los partidos...

¿Tan diferentes son?

Muchísimo, yo creo que hasta ellos lo reconocen. No es ni bueno ni malo, son diferentes. Primero porque, a ver, al final los dos quieren jugar a fútbol, pero la relación con los jugadores y demás es muy diferente. No sé señalarte detalles porque tampoco… Pero yo con Guardiola a la hora de comunicar me encontraba más cómodo y con Luis Enrique no. Pero bueno, cada uno es como es y él mantenía más la distancia. Yo prefiero tener un entrenador con el que pueda hablar y preguntarle cosas y con Guardiola lo tuve.

¿Se imagina cómo habría sido todo si se hubiera encontrado otro entrenador?

No lo sé, pero estoy seguro de que habría tenido alguna oportunidad más. Y luego tienes que aprovecharlas. Pero yo tuve muy pocas. Tuve una en la Copa del Rey, que recuerdo que jugué bien aquel partido, pero tuve pocas. El año que me fui, en la pretemporada Guardiola se llevó al noventa por ciento del filial. Jugaron un partido de Supercopa (el de Sevilla) y pensé... Si hubiera seguido un año más, hubiera tenido la oportunidad. Y luego puede salir bien o mal.

¿No es injusto que una sola persona decida el futuro de un canterano? ¿No debería ser una decisión de club?

Sí, pero al final el club no toma decisiones… Cuando un entrenador está, le dejan que las tomen ellos. El fútbol tiene la mala suerte o la buena suerte de que un entrenador puede decidir el futuro de una persona.

¿Faltó paciencia con usted?

Luis Enrique quizás tenía menos paciencia que Guardiola. Cuando veía que las cosas se torcían un poquito, pues ya no tenía paciencia y hacía cambios o le gustaba rotar. Luis Enrique creo que es un entrenador que al final, cuando tú estás muy, muy fuera del equipo y tal, se puede cambiar la bola.

Unzué, segundo de Luis Enrique, le firmó para el Racing.

Me firmó en octubre, pero el Racing tenía problemas de dinero y lo tuvieron que echar… Otro golpe de mala suerte porque Unzué ya sabemos que es de la casa, es un entrenador que juega a fútbol y me convenía muchísimo. Me llamó cuando estaba en el Manchester City y me dijo que confiaba mucho en mí.

¡Qué mala suerte!

Muy mala suerte. Se fue y vino Fabri… El día y la noche. Ahí jugué a ratos, pero no estuve mal, incluso le marqué un gol al Barça. Estuve bien. Después cambiaron a más entrenadores. Se fue Fabri, entró Alejandro Menéndez, Aurelio Gay… Cambiaron como cinco entrenadores.

Lo ha pasado muy mal.

Si, he pasado de todo, sobre todo cuando estaba en Inglaterra sin jugar. No estaba jugando y ahí lo pasé fatal porque, al final, sin el fútbol no puedo vivir. Jugando gratis jugaría porque el fútbol me encanta, pero pasarlo mal porque no encuentras un equipo y les cuesta confiar en ti y no juegas y viendo dónde he estado… Lo he pasado fatal!

¿Solo?

No, con mi novia y mi hija, que fue lo único que me daba vida. Imagínate desde los 18 ó 19 años estando en el Barça y luego estar sin equipo, era un momento muy duro, pero al final tengo 25 años.

Y vuelve a vivir en Barcelona.

Un privilegio, una ciudad espectacular que conozco desde siempre. Me encuentro como en casa. Y aquí tengo muchos amigos. Estoy muy contento.