La fiesta que pasa factura a Arda Turan

Arda Turan, en una fotografía en su cuenta de Instagram

Arda Turan, en una fotografía en su cuenta de Instagram / sport

Albert Masnou

Ocurrió el pasado 20 de octubre. Luis Suárez acude por la tarde-noche a la antigua fábrica Damm para recoger de manos de sus hijos, Benjamín y Delfina, la Bota de Oro, el premio que le atesora como el máximo goleador de la temporada 2015-16. Algunos jugadores, como los capitanes Messi, Iniesta y Busquets, acuden a la gala para estar al lado del uruguayo.

Algunos otros integrantes del vestuario prefieren no acudir pero no se van a perder la cena privada que hay programada para después de la gala para festejar el galardón del goleador.

El día siguiente, 21 de octubre, Luis Enrique ha programado un entrenamiento previo al desplazamiento a Valencia. Arda no aparece en la lista de convocados del partido porque sufre “una contusión en el codo izquierdo”. Tampoco está Rafinha, aquejado también de un golpe, en su caso en el costado izquierdo. Aleñá y Aleix Vidal entran en el puesto de ambos jugadores. El Barça se impone al Valencia con gol de Leo de penalti seguido del show final con la grada. 

Hasta entonces, Arda había disputado un 65% de los minutos, había participado en 11 de los 13 partidos disputados y había marcado cinco goles. Era importante. Desde entonces, Arda ha jugado un 29% de los minutos participando en cinco de los nueve partidos en los que no ha marcado ni un gol. Arda ha jugado solo dos completos, siendo uno el del Hércules. Ha pasado a ser intrascendente.

¿Qué pasó esa noche de la Bota de Oro de Suárez para que cambiara la jerarquía de Arda? Algunos responsables del club supieron lo que había pasado en esa cena/celebración en la que cuentan que Turan “se excedió más de lo debido”. Y el día siguiente ya no entró en la lista, parapetado en una lesión que no existió. 

Arda ha caído en desgracia.