Entrevista a Giovani y Jonathan dos Santos

"La felicidad existe lejos del Barça"

La vida no se acaba en el Camp Nou. Los hermanos Giovani y Jonathan Dos Santos, canteranos blaugrana, son un ejemplo de ello. El fútbol les ha hecho coincidir en el Villarreal

Ivan San Antonio

Giovani dejó el Barça en el verano de 2008. Su hermano Jonathan lo hizo seis años más tarde. Entre ambos solo hay once meses de diferencia. Algo no cuadra. Es el Barça, pero también el fútbol. Compartir padre y madre y ser casi contemporáneos no les aisla de las circunstancias. Hoy, gracias a su tozudez, han hecho realidad aquello que habían perseguido siempre: viven juntos en Benicàssim, juegan juntos y comparten objetivos. La culpa es suya, de Marcelino García Toral y del Villarreal.

¿Hay vida más allá del Barça?

Giovani: Hay vida en todas partes del mundo. El fútbol es global, he estado en varias partes del mundo y se puede encontrar la felicidad fuera del Barça. 

Jonathan: Yo igual, estuve doce años viviendo en Barcelona y se me hizo un poco raro. Estaba acostumbrado a una vida, pero quise ir en busca de mi felicidad, que era jugar a fútbol. Y estoy más que feliz. Tomé la mejor decisión de mi carrera. 

Algo echará de menos.

G.: Sí claro. Porque desde pequeños que estábamos ahí, hicimos muchas amistades, nos conocíamos la ciudad como la palma de nuestra mano... Y sí se echa de menos muchas cosas. Mi familia está viviendo ahí. Es una ciudad espectacular. 

En su caso, Giovani, llegó al primer equipo y decidió irse. No es habitual.

G.: Fue una decisión que en ese momento sentía, una decisión mía, personal. Querían que me quedara, pero decidí salir en busca de minutos, de continuidad.

¿Satisfecho de cómo le ha ido?

G.: Sí, estoy muy agradecido a la vida por todo lo que me ha dado. Y a nivel futbolístico sigo creciendo. También como persona.

¿La experiencia de su hermano le ha servido de algo, Jonathan?

J.: Aprendo de todo un poco, pero cada uno tiene sus pensamientos, sus objetivos. Le tocó una época que no era la mejor del Barça. Y a mí el mejor Barça de la historia. Eso significa que con tan buenos jugadores hay pocos minutos. Tomamos la decisión correcta y disfrutamos de lo que queremos.

Se llevan solo once meses...

G.: Se dieron prisa (risas). No había tele. 

Parece que se lleven más.

J.: Obviamente, él es más maduro porque ha vivido más experiencias que yo, ha jugado mundiales. Yo empiezo ahora...

G.: Engaña un poco porque pasé por varios equipos. Con 16 años ya se empezaba a hablar de mí. Tengo 25 y la gente piensa que tengo muchos más, pero es por todos los equipos que he estado.

¿Qué ha encontrado fuera del Barça, Jonathan?

J.: La felicidad.

¿No era feliz en el Camp Nou?

J.: Era feliz, pero no jugaba a fútbol. Y eso es lo que quiere cualquier futbolista esté donde esté. Allí también tuve al final la lesión de ligamentos... Pero sí, encontré la felicidad jugando a fútbol, disfrutando del fútbol.

Y al fin juntos.

G.: Era un sueño que tenía, jugar con él. Se dio la oportunidad, quería salir y tomó la mejor decisión, venir a un club que tiene características de su estilo, el míster lo quería, y tanto a nivel futbolístico como personal ha cambiado mucho mi vida. 

J.: Teníamos ese sueño desde pequeñitos, sí. 

¿Hasta cuándo? El fútbol da muchas vueltas.

G.: Ahora ya vamos en paquete (risas). ¿Quieres renovar? En paquete.

J.: Ahora ya no nos separan. No lo hemos pensado, pero el día que nos lleguen a separar va a ser complicado. Te facilita mucho tener a tu hermano ahí. No me tuve que adaptar. Adaptación cero. No tenía que buscar casa...

¿Qué habéis dejado en Barcelona?

G.: Las botas en la taquilla (risas).

J.: ¡El cepillo! ¡Que me lo manden por correo! No, en serio, muchas cosas. La etapa juvenil, el ascenso a Segunda, la primera temporada en Segunda con Luis Enrique, que quedamos terceros. Muchos recuerdos, muchísimos... 

¿Qué aprendisteis?

J.: Mucho, como futbolista y como persona. Barcelona es de las mejores escuelas de fútbol. Me enseñaron muchísimo como jugador, pero lo más importante es cómo te ayudan a ser persona. 

G.: Yo me quedo con todo, con toda la gente que conocí, todo lo que aprendí, toda la gente con la que he compartido vestuario. Muchas cosas. La verdad es que les estoy muy agradecido porque gran parte de lo que soy ahora es gracias al Barcelona, que me abrió las puertas de Europa e hicieron realidad un sueño.

Pues a la FIFA no parece gustarle demasiado el proyecto.

G.: Primero deberían tocar a fondo esos temas. Ir a ver al Barça y ver cómo tratan a los niños, cómo se les educa, las facilidades que dan. Es el club número uno del mundo. Y por eso hay jugadores como Leo Messi. Han sacado tantos jugadores que han dado tanto al fútbol que deberían verlo así. Le han cambiado la vida a muchísimos niños en todo el mundo.

¿Se le puede ganar a este Barça?

G.: Para ganar hay que tener las cosas muy claras, no cambiar nada, jugarle de tú a tú, sin miedo ninguno. Con respeto sí, pero sin miedo. Tenemos un equipo joven, con ambición y ganas de hacer bien las cosas. También hay que estar atentos a los pequeños detalles porque el Barça te puede matar en cualquier momento.

¿Un buen resultado depende más de ellos o del Villarreal?

G.: Depende de nosotros, pero está claro que nos enfrentamos a jugadores con una calidad diferente.

¿Le ha ganado alguna vez?

G.: Nunca, quedamos cerca de empatar, pero nunca le he ganado. Tampoco he perdido nunca por mucha diferencia.

J.: A mí creo que no me gustará jugar contra el Barça porque dicen que se corre mucho (risas).

G.: Se corre bastante, sí. Te cierran atrás, dominan, tienen la posesión...

Se sufre.

G.: Sí, el desgaste físico es superior al de otros partidos.

Pues deberán jugar tres partidos.

J.: El desgaste será mayor, pero ellos también se desgastarán con nosotros seguro, les daremos pelea.

¿Vuelven a dar miedo?

J.: Puede ser que es un equipo más sólido. Se ha visto que han encajado muy pocos goles. Luis Enrique es un entrenador que te exige muchísimo. Lo veo mejor ahora que antes, está recuperando su nivel de años anteriores.

¿Suficiente para ganar títulos?

J.: Sí, claro. Los jugadores que tienen son para optar a títulos.

¿Incluso la Champions?

G.: A día de hoy los dos mejores equipos del mundo son Barça y Madrid. Por nivel, por plantilla, por lo visto los últimos años... El Bayern también quizás...

¿Ven a este Barça al nivel del equipo de Rijkaard o el de Guardiola?

G.: Cuando llega Ronaldinho, Deco... El Barça estaba en un momento complicado y ganaron la Champions, la Liga. La época de Guardiola fue la mejor en la historia del Barça. Nunca había visto a un equipo tan dominante en todos los partidos.

J.: A corto plazo veo complicado que ni el Barça ni nadie repita aquello.

¿Qué le falta para dar ese salto de calidad definitivo?

G.: Es difícil de saber, pero Puyol era el corazón del equipo, el primero en meter intensidad, en exigir a los compañeros, el primero en todo.

J.: Sí, será difícil tener un capitán como Puyol, lo que transmitía fuera del campo era espectacular.

G.: Podías tener un día malo, llegabas al entreno, lo veías con las ganas que salía y ya te motivaba. Siempre con ganas de comerse el campo. 

¿Mascherano puede hacer ese papel?

G.: Es diferente, pero es un jugador muy regular en todos los partidos, igual no destaca muchísimo, pero todo lo que hace lo hace bien y te siempre el cien por cien.

Son jóvenes, pero tienen la suficiente experiencia para dar consejos a los canteranos.

J.: Que sean humildes, sin humildad no se llega a ningún lado.