FC BARCELONA

La eterna paciencia de Marc Bartra

Marc Bartra atraviesa por un momento complicado en el Barcelona: Luis Enrique no está contando con él y, sin embargo, tampoco está dispuesto a dejarle marchar

Bartra, en el banquillo junto a Ter Stegen en una imagen habitual

Bartra, en el banquillo junto a Ter Stegen en una imagen habitual / sport

IVAN SAN ANTONIO

Marc Bartra suma su cuarta temporada como futbolista de la primera plantilla del Barcelona, a la que llegó procedente del filial blaugrana, donde ejercía de titular indiscutible en el eje de la defensa. Su llegada al primer equipo, sin embargo, le otorogó un papel secundario que, con el paso de las temporadas, no parece mejorar, sino todo lo contrario. 

Su primer año en la elite lo inició a las órdenes de Tito Vilanova, tras el adiós de Pep Guardiola como entrenador del Barcelona. Fue duro porque el malogrado extécnico blaugrana nunca llegó a creer en el central de Sant Jaume dels Domenys. Solo le hizo jugar 16 partidos, de los cuales solo seis fueron completos. Uno de ellos fue el 4-0 en la ida de las semifinales de la Champions en Munich. Aquel día el Barcelona cayó estrepitosamente ante el campeón alemán y muchas fueron las voces que señalaron a Bartra como uno de los grandes culpables. Nada más lejos de la realidad, puesto que el central no tuvo ninguna culpa en ni uno solo de los cuatro goles encajados. La sensación que dejó aquel encuentro, sin embargo, apunta a todo lo contrario.

Pese a ello, Bartra se rehizo la temporada siguiente, en la que pareció consolidarse como el futbolista de presente que para el Tata Martino ya era. De hecho, junto al técnico argentino es cuando más minutos ha jugado Marc Bartra, que participó en 30 partidos, completando hasta 23 de ellos durante los noventa minutos. Los 2.303 minutos totales que jugó la temporada 2013-2014 demuestran la confianza que tenía Martino en él. Como la anterior temporada, un partido marcó toda la más que notable campaña del futbolista. Fue la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid en Valencia. Se estaban disputando los últimos minutos cuando Bale se escapó solo por la banda izquierda. Bartra no acertó a parar al galés, que se plantó solo Pinto y marcó el 1-2 definitivo. Pueden ver un resumen de la jugada en este vídeo de TVE: 

En cambio, pocos recuerdan que si el Barcelona aún estaba metido en el partido fue, precisamente, porque Bartra había empatado con un cabezazo el gol inicial de Di María. La realidad es que el Barcelona acabó la temporada sin titulos y el hoy seleccionador de Argentina regresó a su país. 

Desde que Luis Enrique es el entrenador de la primera plantilla del Barcelona, el papel de Marc Bartra ha vuelto a un papel absolutamente secundario. Se trata de una situación extraña, puesto que es habitual de todas las convocatorias, tanto como del banquillo. De hecho, mirando solo los datos de esta temporada, hasta en diecisiete ocasiones el central ha entrado en la lista pero no ha jugado ni un solo minuto. Hace pocos días, el técnico asturiano comentó que no está dispuesto a permitir su marcha en este mercado de invierno, pese a que ha tenido ofertas, como la del Sevilla, que quería incorporarlo durante este enero. En cambio, sus palabras no corresponden con sus hechos. La mejor prueba fue el partido de Málaga. Sin Piqué, Vermaelen fue el elegido para acompañar a Mascherano. Cuando el belga abandonó el terreno de juego al descanso, entró Mathieu. Ni siquiera cuando Adriano se lesionó, Luis Enrique pensó en dar entrada a Bartra y mover al francés al lateral. Fue Sergi Roberto el elegido como defensa zurdo. 

La paciencia de Marc Bartra parece a estar a prueba de bombas, pero es evidente que su situación es muy complicada. Ni juega ni le dejan jugar en ningún otro equipo. La voluntad del futbolista, como ha dicho en infinidad de ocasiones, sigue siendo triunfar de blaugrana, pero es obvio que, a sus 25 años, ya no se trata de un futbolista acabado de llegar del Barcelona B y sus objetivos pasan por consolidarse como futbolista, algo que, de momento, no le dejan hacer en el Barcelona. En enero de 2014 renovó hasta el 30 de junio de 2017, así que el club tiene una patata caliente encima de la mesa. O decide apostar por él a todos los niveles o su futuro en el Barcelona no estará, de ninguna manera, asegurado a corto plazo.