Este Barça despierta en las segundas mitades

Las crónicas tras el partido del Barça en campo del Betis coincidieron totalmente: resultó sorprendente la calma con la que los azulgranas saltaron al césped del Benito Villamarín en la primera parte, sabiendo que solo les valía el triunfo después de que Real Madrid y Atlético hicieran los deberes ante Real Sociedad y Rayo. El líder completó de nuevo unos primeros 45 muy insulsos, resolviendo su compromiso tras el descanso, una tendencia repetida a lo largo de la temporada que viene acentuándose en las últimas jornadas.

El hecho de que el Barça ofrezca un rendimiento mucho mejor en las segundas mitades tiene una doble lectura. En clave positiva, es de elogiar que justo cuando más se dice que las fuerzas flaquean el equipo sea capaz de dar un paso adelante y subir sus prestaciones conforme avanzan los minutos. Además, la mejora se produce prácticamente con los mismos jugadores de la primera parte, pues Luis Enrique suele demorarse a la hora de hacer cambios -si es que los hace-.

Por contra, resulta difícil de comprender el bajo ritmo de juego del equipo en las primeras partes de los últimos partidos. En Sevilla, por ejemplo, un equipo que quiere ser campeón no puede regalar tres cuartos de hora y jugárselo todo en la segunda mitad. Contra el Betis salió cara porque Westermann se autoexpulsó y Adán se cometió un error de bulto, pero la sensación que quedó es que el Barça está jugando con fuego.

El equipo tocó fondo con la derrota en el Camp Nou ante el Valencia. El crédito quedó agotado y ganar todos los partidos se convirtió en una condición indispensable para no depender de nadie más. Desde entonces, tres victorias seguidas con un balance de goles de 16-0. Sin embargo, el 'feeling' no es el mismo que el de hace pocos meses, pues al Barça le está costando cogerle el pulso a los encuentros.

Ante el Deportivo, donde empezó la reacción, el Barça de la primera parte no tuvo nada que ver con el de la segunda. En los primeros 45 minutos, dos goles y seis remates. Tras el descanso, seis dianas y hasta 11 disparos. Contra el Sporting, más de lo mismo. El líder se fue a los vestuarios con 1-0 y terminó el encuentro goleando por 6-0. El número de remates fue de 6 en la primera y 15 en la segunda. Hay que decir, eso sí, que el hecho de que tanto Depor como Sporting se vieran sin opciones en el tramo de final hizo que ambos equipos bajaran los brazos.

Contra el Betis se volvió a repetir la dinámica. De hecho, tal como informa SPORT, Luis Enrique tuvo que echar una bronca a sus jugadores para que pusieran una marcha más en el segundo tiempo. En la primera parte, un disparo desviado de Iniesta y otro de Neymar que blocó Adán fue todo el bagaje ofensivo del líder, que sí gozó de muchas más ocasiones en el segundo tiempo.

Es evidente que el juego de posesión del conjunto azulgrana desgasta a los rivales en la primera mitad y genera sus frutos en la segunda. Por ello, se entiende como normal que los números sean mejores tras el descanso. El problema es que este Barça sale al campo sin morder, esperando su momento y pensando que la diferencia de calidad acabará decantando el choque. Y eso siempre conlleva riesgo.

EL 63% DE LOS GOLES LLEGARON EN LA SEGUNDA MITAD

De los 104 goles que suma el Barça en lo que va de Liga, 39 fueron en la primera parte y 65 en la segunda. En porcentaje, esto significa que hasta un 63% de las dianas de líder llegan tras el descanso. Repartidos por cuartos de hora, entre el 45 y el 60 es cuando más puerta ve el conjunto de Luis Enrique: 26. Cuatro más que entre el 75 y el final del partido (22). Por contra, el primer cuarto de hora es el peor para el Barça en el apartado goleador: en esa franja solo marcó 10 de los 104.

Por otra parte, los goles en contra están repartidos prácticamente de la misma forma: 13 en la primera parte y 16 en la segunda. El momento de paritdo en el que el Barça recibe más tantos es el último cuarto de hora de partido (7), aunque este dato tiene trampa porque a menudo se ha tratado de duelos ya resueltos en el que el rival ha logrado el llamado gol del honor.