El efímero 'fichaje' de Munir por el Atlético de Madrid

La fotografía duerme en las catacumbas de la oficina de un modesto club de Almería, La Mojonera CF, que cada año, a primeros de diciembre, organiza un torneo de fútbol cadete que con el paso de los años se ha convertido en un fijo en el calendario de los ojeadores de jóvenes jugadores. Es la única imagen que ha sobrevivido al paso del tiempo y que refleja los cuatro días que Munir el Haddadi vivió como jugador del Atlético de Madrid. 

Fue en diciembre de 2010: el equipo cadete del Atlético estaba invitado a participar en la 14ª edición del torneo de fútbol base ‘Ciudad de la Mojonera’ y unos días antes, el club colchonero se puso en contacto con el Rayo Majadahona para pedir a Munir a préstamo durante unos días. Era lo habitual en esos casos: el Atlético viajaba a ese tipo de torneos con su columna vertebral de jugadores, pero probaba a otros futbolistas de equipos cercanos, como el Rayo Majadahonda. 

El director deportivo del Rayo Majadahonda, Manu Alcázar, recibió la llamada y se puso en contacto con Antonio Gabaldón, descubridor y primer mecenas de Munir y encargado, por aquel entonces, de supervisar todos sus movimientos. “El Atlético lo quiere tener a prueba”. “Adelante”, respondió Gabaldón. A sus quince años, Munir estaba a punto de pasar su particular selectividad futbolística. 

Los nervios le atenazaron desde el primer momento. Se olvidó el cargador del teléfono móvil y no se atrevió a pedírselo prestado a ninguno de sus nuevos compañeros, hasta que Gabaldón arregló el problema con el delegado del Atlético de Madrid, como recuerda el blog ‘marcagoles.wordpress.com’, del periodista Federico Martínez Utrera, especializado en fútbol base. 

Munir pasó cuatro días concentrado con el Atlético de Madrid en Almería, preparando el torneo. Debutó con el cadete colchonero el 6 de diciembre de 2010, ante el Flecha Negra de Badajoz, en la semifinal del torneo de La Mojonera. Marcó un gol, el partido acabó 2-2 y el Atleti se clasificó para la final gracias a los penaltis (4-1). Al día siguiente, Munir jugó la final como delantero del Atlético de Madrid, pero ni él ni el equipo colchonero tuvieron un buen día: el partido acabó en derrota (1-0) ante el conjunto local, La Mojonera CF.  Ese fue el punto final de la efímera carrera de Munir como jugador del Atlético. 

De aquellos cuatro días apenas queda el recuerdo... y la foto de Munir con la camiseta rojiblanca y con el escudo del Atlético en el pecho. De vuelta a Madrid, el club rojiblanco descartó su incorporación y Munir regresó al Rayo Majadahonda. 

La decisión la tomó José María Amorrortu, por entonces era el director del fútbol base del club. Amorrortu no llegó a ver a Munir en el torneo de La Mojonera, porque no se desplazó a Almería, pero conocía bien al hispano marroquí: lo había visto con frecuencia jugando en el Rayo Majadahonda, en las instalaciones de La Oliva, que están a menos de 300 metros del Cerro del Espino, donde juegan sus partidos todos los equipos base del Atlético. 

Pocos meses después de aquella decisión de Amorrortu, el Barça entró en escena: corría el mes de junio de 2011 cuando la llamada del club blaugrana convenció a Munir, que ingresó en La Masia ese verano para protagonizar su meteórica progresión hasta el primer equipo. Fue entonces cuando el Atlético se dio cuenta de la perla que había dejado escapar: Amorrortu fue destituido poco después, en buena medida debido a su falta de visión con Munir. A día de hoy, Amorrortu ejerce de director deportivo del Athletic de Bilbao... uno de los equipos a los que el Barça de Munir ya ha ganado esta temporada.