Douglas recupera la sonrisa en Gijón

A Douglas le costó tanto irse del Barça que hasta se resistió a firmar su contrato de cesión al Sporting. Su salida tuvo algo de traumática, por más que el jugador fuese consciente de que las puertas del primer equipo del Barça estaban totalmente cerradas para él. Llegó al Sporting y su primer partido, un amistoso ante el Eibar en Torrelavega, lo acabó tocado, con una sobrecarga en los gemelos, fruto de su falta de ritmo competitivo.

Douglas, que se había pasado 239 días de baja por lesión desde su llegada al Barça, seguía alimentando su fama de jugador marcado por la desgracia. Sin embargo, un par de semanas han servido para devolverle la sonrisa. El brasileño se ha adaptado sin problemas al vestuario del Sporting: quienes le ven entrenar cada día explican que vuelve a disfrutar del fútbol. Entre otras razones, porque su nuevo entrenador, Abelardo, le ha reubicado en una nueva posición, el interior derecho, donde puede explotar mucho más su vocación ofensiva. Douglas fue titular en el último partido del Sporting jugando en el interior derecho, y aunque el resultado del partido no fue demasiado esperanzador (5-0 en el Calderón), la lectura de Abelardo fue positiva.

Abelardo, que no pierde ocasión de elogiar a Douglas cuando tiene oportunidad, valora su polivalencia y su ambición de volver a sentirse futbolista. Le pedirá, eso sí, el mismo sacrificio defensivo que al resto. En el Sporting, el que no corre no juega. Es una de las máximas sagradas de Abelardo. Más allá de su nueva posición en el campo (en el Barça, imaginar a Douglas como interior era casi una herejía), el brasileño transmite buen rollo. Los empleados del club y sus compañeros destacan la humildad con la que ha llegado al Sporting.

“Podría venir con ciertos aires por venir de donde viene, pero no es el caso”, cuentan desde el club asturiano. En su primer día, tras ser presentado en Mareo, incluso lanzó una broma a un periodista de Gijón. “Te pareces mucho a Luis Enrique, ¿eres su hermano?”. Poco a poco, empieza a hacerse un hueco en el alma de la afición, aunque sin llegar a la cota de carisma que alcanzó el año pasado otro cedido por el Barça, Alen Halilovic, que llegó a Gijón como un superhéroe, pero que fue de más a menos a lo largo de la temporada.

Douglas tiene poco que ver con el croata: todavía no ha encontrado casa, sigue instalado en un hotel de Gijón y acude a cada entrenamiento acompañado de su representante. De momento, aspira a volver a sentirse futbolista, y a dejar atrás la condición de futbolista maldito que le acompañó en sus dos temporadas en el Barça: solo disputó ocho partidos (tan solo uno de ellos completo, ante el Huesca) y acumuló 378 minutos de juego. Si todo va bien, no tardará en superar esa cifra con la camiseta del Sporting. 

Douglas, en unas recientes declaraciones a la web del Sporting de Gijón, ha declarado este jueves que "claro que es una semana especial, siempre lo es jugar contra el Barcelona" y reconoció que "he venido aquí para aportar, se trata de sumar".

"Para ganar hay que estar al máximo, al ciento por ciento. Estar compactos atrñas y no cometer errores", apuntó Douglas, exjugador del FC Barcelona.