FC BARCELONA

Douglas fue 'okupa' en el Camp Nou por unas horas

Douglas Pereira no salió de la mejor manera posible del Barcelona rumbo al Sporting de Gijón tras protagonizar un pequeño incidente en las oficinas del club

Douglas ha recuperado la sonrisa en el Sporting

Douglas ha recuperado la sonrisa en el Sporting / sport

IVAN SAN ANTONIO

La historia arranca cuando Luis Enrique decide prescindir de Douglas y la dirección deportiva, encabezada por Robert Fernández, se ponen manos a la obra para encontrar equipo al brasileño. No era tarea fácil porque su ficha es alta para cualquier equipo en el que pudiera recalar, pese a que el Barcelona estaba dispuesto, como así ha ocurrido, a pagar gran parte de su salario. De hecho, Alavés y Leganés descartaron su llegada.

Pero no solo lo pusieron difícil los equipos con los que contactó el Barcelona, sino que el propio futbolista no tenía ninguna intención de abandonar la Ciudad Condal, en la que aterrizó el 26 de agosto de 2014 procedente del Sao Paulo para firmar un contrato hasta el 30 de junio de 2019. A él se agarró hasta el último instante antes de dar su brazo a torcer y aceptar jugar en El Molinón. No fue nada sencillo lograr que firmara su salida.

El 26 de agosto se anunció su cesión al Sporting, pero hasta llegar a ese punto hubo que sudar tinta en las oficinas. Douglas protagonizó un estrambótico incidente cuando el club le citó para que acudiera a los despachos. Una vez allí, el club, con todo acordado con el equipo que entrena Abelardo y los papeles encima de la mesa, se negó a firmar su salida. 

El brasileño no atendía a razones y se mostró muy afectado por tener que abandonar el Camp Nou. Hasta tal punto que quienes presenciaron la escena vieron al jugador roto. De hecho, Douglas se mostraba tan contrariado por cómo se estaban desarrollando los acontecimientos que tomó la decisión de no firmar ni tampoco marcharse de las oficinas. 

Llegados a este punto, el club decidió tomar cartas en el asunto y avisó a uno de los abogados que trabajan para la entidad con la misión de sacar a Douglas de las instalaciones. Fue él quien acabó convenciendo al improvisado 'okupa' de que su postura no era la correcta. Finalmente, el lateral entró en razón y no tuvo más remedio que acabar claudicando, firmar los papeles y iniciar una nueva aventura, con dignidad, en el Sporting de Gijón.