El divorcio entre Coutinho y Klopp

Joaquim Piera

Joaquim Piera

No hay feeling entre Philippe Coutinho y Jürgen KloppEn septiembre firmaron un armisticio ficticio que en realidad no era más que el paripé de un matrimonio de conveniencia.

Menos de dos meses después, la decepcionante temporada del Liverpool, eliminado de la Copa de la Liga y a 12 puntos del City de Pep Guardiola en la Premier, ha deteriorado una relación que nunca fue de las mejores.

La crisis estival se cerró en falso. El futbolista carioca y su entorno profesional aún no han digerido el papel que jugó Klopp, abanderando la resistencia interna a su traspaso al Barcelona cuando los dirigentes de Fenway Sports Group (FSG), el conglomerado estadounidense propiedad del Liverpool, escenificaban que podían dar el brazo a torcer.

Cuando Coutinho presentó el ‘transfer request’, le dijo personalmente a su entrenador que quería irse que su etapa en Anfield había terminado y que no tenía la más mínima motivación en continuar en el club. Pidió a Klopp que no intentara convencerle y que facilitase su salida

Sin embargo, el alemán hizo todo lo contrario. Incluso dejó entrever que si Philippe era vendido podría dejar el club incluso antes de disputar la eliminatoria previa de la Champions contra el Hoffenheim.

El brasileño se declaró en rebeldía y el Liverpool se inventó la excusa de unos ficticios problemas lumbares. Ahí la CBF desenmascaró este pretexto cuando 'Cou' se incorporó bajo las órdenes de Tite para disputar los encuentros de clasificación para Rusia 2018 ante Ecuador (2-0) y Colombia (1-1) a finales de agosto.

Cuando se cerró el mercado de fichajes y vio que tenía que quedarse en Anfield, el brasileño estaba moralmente hundidoSe planteó no jugar la Champions. Al final, con el apoyo de su familia y de sus agentes, decidió regresar a la disciplina del conjunto del norte de Inglaterra para afrontar todos los compromisos.

Con Klopp nunca hubo una conversación franca. El alemán tiró de paternalismo para reintegrarlo al grupo. La vajilla, sin embargo, ya estaba resquebrajada. La relación entre el crack y su técnico pasó a ser estrictamente profesional y sin ningún tipo de complicidad, algo de lo cual es muy consciente la dirección del club.

klopp le hizo pagar un 'peaje'

A Coutinho no le gustó cómo su entrenador gestionó su vuelta a la titularidad, haciéndole pagar el peaje de pasar por el banquillo. Acató la decisión, pero entendió que era una escenificación absolutamente innecesaria que el técnico realizó para mostrar quién mandaba.

El Liverpool no ha encontrado el golpe de pedal en una temporada en que Pep ha puesto la directa con el City y en la que Mourinho, a pesar de los últimos tropiezos, vuelve a recuperar la regularidad perdida.

La velocidad de exhalación, principalmente del equipo de Guardiola, ha expuesto las debilidades de sus rivales directos, uno de los cuales era teóricamente el Liverpool.

Sin brillantez, con los mismos argumentos tácticos de campañas anteriores y con el equipo jugando individual y colectivamente por debajo de sus posibilidades, el conjunto de Anfield ha vuelto a las andadas. 

El ambiente en el vestuario está enrarecido. Klopp nunca ha sido bien aceptado por unanimidad y sabe que el grupo lo sigue por profesionalidad, pero sin convicción alguna.

Coutinho se siente engañado. La buena gestión de sus agentes y sus dos hermanos han permitido dejar una puerta entreabierta para que salga próximamente de Liverpool, ya sea en enero o tras el Mundial. Dependerá de cuándo el Barça tenga el músculo financiero para afrontar la operación financieramente más imponente de su historia.

A día de hoy, lo único que mantiene motivado a Coutinho es mantenerse en forma para preparar su salida de Anfield y para afrontar con garantías su primer Mundial. Sus compañeros lo apoyan, porque sigue marcando las diferencias.

La relación con Klopp está desgastada. La cohabitación se mantiene, pero la distancia entre ambos aumenta después de cada tropiezo. El divorcio es cuestión de tiempo. Si fuera por Philippe, se firmaría ya en el inminente mercado invernal.