Un día de emoción para la familia de André

La presentación de André Gomes ha significado un auténtico acontecimiento para la familia y amigos del futbolista. De forma inusual, el Barça tuvo que reservar 20 asientos de la sala de prensa Ricard Maxenchs para dar cabida a todos los acompañantes del jugador, que no quisieron perderse detalle de la comparecencia del futbolista. Todos ellos siguieron emocionados sus palabras y uno de los que estaba más exultante era su represente, Jorge Mendes.

El mediático manager portugués vuelve a representar a un jugador del Barça después de muchos años de estrecha vinculación con el Real Madrid de Florentino Pérez.  Mendes se sentó dos filas detrás de la familia del futbolista, pegado al auricular que llevaba conectado al teléfono móvil, y orgulloso de ver como una de sus perlas iniciaba un camino muy prometedor en el Camp Nou.

Mendes se sentía satisfecho por la misión cumplida, pero a los padres del futbolista, que estaban en primera fila, eran a los que más les brillaban los ojos. Su padre, seguidor culé desde Portugal, tenía la mirada fija clavada en su hijo, mientras a su lado le acompañaba el ejecutivo Raül Sanllehí, uno de los artífices de la operación y que ayudó a la familia que se sintiera mucho más cómodo en todo el acto.

Su madre  también traslucía la emoción. La humildad de la familia se comprobó con los pasteles de nata de Belem, el emblemático  barrio de Lisboa, que regalaron a Josep Maria Bartomeu.

Su hermano, un calco de André, disfrutaba mostrando un ‘look’ moderno y desenfadado, al igual que su hermana pequeña, una adolescente que alucinaba viendo la enorme expectación que se había generado.

El séquito se completaba con amigos y otros asesores del jugador, del equipo de Mendes, que abandonaron juntos el Camp Nou para almorzar y celebrar una jornada memorable