SPORT descubre el código interno del Barça

El decálogo disciplinario del Barça de Luis Enrique

La llegada de Lucho ha supuesto una bocanada de aire nuevo en el trabajo diario pero también el regreso de una exigencia máxima en los códigos de conducta dentro del vestuario

Luis Enrique quiere orden y disciplina

Luis Enrique quiere orden y disciplina / sport

Javier Miguel

Luis Enrique no solo ha imprimido su carácter al equipo sobre el terreno de juego en los entrenamientos –se nota que la intensidad y exigencia en el trabajo ha dado un salto cualitativo- sino que también lo ha instaurado dentro del vestuario con un férreo código interno de conducta. La plantilla blaugrana ha regresado a las estrictas normas que rigieron al equipo en la época de Pep Guardiola, pero con un ‘toque’ muy personal del técnico asturiano. Está claro que se ha dicho definitivamente adiós a la laxitud en las normas que abanderó el Tata Martino, aboliendo incluso las multas por incumplir los horarios.

EL DECÁLOGO DISCIPLINARIO DE LUIS ENRIQUE

1.Los jugadores han de estar una hora antes de la hora fijada en el entreno

2. Prohibición absoluta de cualquier bebida alcohólica durante las comidas

3. Estar en casa antes de las 00.00 a falta de 48 horas para un partido 

4. Un acto de indisciplina muy grave puede acarrear expediente y expulsión del club

5. Las declaraciones de los jugadores han de ser siempre respetuosas

6. Implantación de multas económicas: 1.000 a 6.000 euros, de leve a grave

7. Los jugadores han de vestir con la ropa oficial en viajes y actos del club

8. Se tiene que ser responsable de los contenidos en las redes sociales

9. Prohibido los deportes de riesgo: ir en moto, alpinismo, submarinismo, etc.

10. La bolsa del dinero de las multas irá a una organización benéfica

Lucho ha reconducido la situación aportando un código casi draconiano que define perfectamente el carácter y la personalidad del nuevo entrenador. Para empezar, las sanciones económicas vuelven a estar al orden del día. Hay una escala gradual de las sanciones que van desde las consideradas leves a las muy graves. Entre las más leves están la impuntualidad en el horario de los entrenamientos y entre las muy graves, saltarse un entrenamiento sin una causa justificada. Esta última podría acarrear un expediente disciplinario y hasta la expulsión del club.

Las sanciones entre leves y moderadas estarían regularizadas a partir de los 1.000 euros y con un límite económico de 6.000 euros. A partir de esta última cifra ya estamos hablando de un acto de indisciplina muy grave y entonces también entrarían a tomar medidas directamente los órganos ejecutivos del club. 

Muchas de las normas que ha establecido Luis Enrique ya fueron apadrinadas en su día por Pep Guardiola, como estar una hora antes de la hora fijada para el entrenamiento y firmar nada más llegar a la Ciutat Esportiva una hoja de registro conforme ya se ha llegado. También la impuntualidad en las comidas y cenas de las concentraciones son castigadas ecónomicamente. 

Hay que recordar que en su primera temporada al frente del Barcelona, Guardiola llegó a multar a la totalidad de la plantilla por haber pisado el terreno de juego unos minutos después del horario previsto, aunque es este caso fuera un malentendido. El entonces técnico blaugrana tuvo el detalle de dedicar todo el montante cobrado de las multas a causas sociales y benéficas en vez de hacerlo en cenas para la plantilla como se hacía hasta entonces. Luis Enrique tomará también en este caso el relevo a Guardiola y tiene previsto dedicar también el dinero obtenido por las multas a las causas solidarias.

En cualquier caso, Luis Enrique ha aportado su personal estilo a las sanciones hasta el punto de marcar también un código de indumentaria. Por ejemplo, los jugadores no pueden acudir a los almuerzos de cualquier forma sino con el equipamiento oficial de calle, en este caso, bermudas y polo.

Además se ha prohibido taxativamente cualquier producto alcohólico en las comidas –Guardiola tenía manga ancha en ese aspecto y dejaba la posibilidad de introducir bebidas de baja graduación en los ágapes- por lo que ahora solo pueden tomar agua o bebidas carbónicas.

También existe unas normas de actuación cuando el jugador comparezca en la sala de prensa. El profesional ha de ser consciente que representa al club y ha de expresarse de una manera respetuosa ante los medios. Una mala imagen o unas declaraciones altisonantes también pueden acarrear una sanción económica y hasta la abertura de un expediente informativo.

El control es tan grande que hasta abarca otros aspectos y no solo se remite al ámbito estrictamente profesional. Los jugadores no pueden realizar ninguna actividad de riesgo en su vida rutinaria como montarse en una moto –tampoco en una moto acuática-, practicar alpinismo o esquí, entre otras cosas. Asimismo tampoco pueden llegar más tarde las doce de la noche a su domicilio 48 horas antes de un partido. Lo que no está claro es si Lucho será capaz de hacer lo que Guardiola intentó en su primer año que fue llamar a su domicilio particular a algún jugador considerado problemático para comprobar si ya estaba en casa a la hora estipulada en el código interno. 

Donde aún no se ha entrado a saco es en la cuestión del uso y disfrute de las redes sociales por parte de los jugadores. Parece ser que Luis Enrique es bastante permisivo en este aspecto siempre y cuando haya un mínimo de responsabilidad y criterio en su uso. Dentro de las nuevas normas del código interno no se ha entrado en este apartado, aunque podría ser que a lo largo de la temporada se tuviera que modificar algún aspecto si se considera que la imagen que se está dando del club es contraproducente.

Por ahora la bolsa de las multas solo ha tenido una aportación, aunque se trató de la cantidad más leve posible ya que fue por un retraso horario de solo unos pocos minutos. El debutante en este nuevo código interno fue Gerard Piqué, un ‘asiduo’ en este tipo de sanciones, ya que en la época de Pep Guardiola siempre estuvo en la ‘pole position’ entre los más multados de la plantilla blaugrana.