El Topo del Camp Nou

David Luiz estaba atado por 35 millones de euros

El central estaba dispuesto a declararse en rebeldía si Mourinho vetaba su traspaso, pero el Tata lo descartó

SPORT.es

Si había una obsesión dentro de la secretaría técnica este último verano era la incorporación de un central. No solo Tito Vilanova anunció públicamente la necesidad del refuerzo sino que hasta el presidente Sandro Rosell dio por hecho que el Barcelona incorporaría a un central. Ante la imposibilidad de contratar al primero de la lista, el central del PSG, Thiago Silva, el club centró su objetivo en la segunda prioridad, el central del Chelsea, David Luiz.

Si en el caso de Thiago Silva nunca hubo una posibilidad real de incorporarlo a las filas blaugrana –el jugador nunca estuvo dispuesto a rebajarse la ficha que estaba cercana a los 11 millones de euros y sin el visto bueno del jugador era imposible dar viabilidad a la operación–, en el de David Luiz era bien distinto porque el jugador sí estaba dispuesto a hacer un esfuerzo para venir al Barcelona.

Los contactos con el jugador del Chelsea siempre fueron muy positivos. Primero a través del ejecutivo del club, Raul Sanllehí, y después con la mano derecha de Rosell en Brasil, André Cury, quien informó al presidente durante la Copa Confederaciones que el jugador quería venir.

El Barcelona hizo una primera oferta oficial de 30 millones al Chelsea que luego ascendió a 35 millones. Es verdad que el principal inconveniente para cerrar la operación no era el magnate ruso Roman Abramovich sino el técnico José Mourinho, que sufre una ‘barcelonitis’ recalcitrante. Sin embargo, David Luiz iba a jugar muy fuerte sus bazas y hasta se planteaba la posibilidad de declararse en rebeldía si Mourinho se cerraba en banda. Y si finalmente fallaba esta opción había en recámara la del central de la Roma, Marquinhos.

Sin embargo, la recaída de la enfermedad de Tito y la llegada del Tata Martino frenó en seco una operación que estaba ya cerrada. De hecho, al técnico argentino se le ofreció la opción de dar el visto bueno para ejecutar el fichaje, pero prefirió dilatarlo, asegurando que quería ver cómo se recuperaba Carles Puyol. Desde el club le llegaron informes que señalaban que si el capitán jugaba entre 20 o 25 partidos esta temporada sería un éxito, pero el Tata se hizo el sordo, tal vez con el objetivo de quedar bien con el vestuario. Ahora se plantea fichar un central en el mercado de invierno ¿Será ahora demasiado tarde?  

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