LA MIRILLA

Cuando Ter Stegen podría jugar en el puesto de Busquets...

Ter Stegen toca tantos balones como el que más y su presencia supone un nuevo eje del juego azulgrana

André Ter Stegen, portero del Barcelona

André Ter Stegen, portero del Barcelona / sport

Albert Masnou

Albert Masnou

El único jugador que no cuenta con un sustituto natural es Sergio Busquets. Luis Enrique tiene dobladas todas las posiciones excepto la del canterano que, según el propio técnico, va a ser difícil que entre en las rotaciones. Hay varios jugadores que podrían ocupar esta posición como Mascherano o André Gomes, que precisamente ha sido el escogido en los dos últimos partidos en los que Busquets ha sido sustituido por culpa de un proceso gripal. En Gijón, Luis Enrique volvió a sustituir a Busquets cuando el encuentro estaba sentenciado y el portugués se colocó en esta zona del campo que tanto determina el juego del equipo.

Luis Enrique, sin embargo, tendría otra opción encima de la mesa, aunque rocambolesca: la de André Ter Stegen. El portero alemán tiene unas virtudes muy parecidas a las de Busquets como es la sangre fría, un excelente juego con los dos pies y una rápida ubicación de sus compañeros de campo. Ter Stegen tiene mejor dominio de la pelota que la mayoría de los jugadores del equipo rival e incluso que algunos jugadores  del Barcelona. Sería una delicia poder ver los entrenamientos del alemán en un rondo. Seguro que es de los mejores y pocas veces acaba en el centro del rondo. Ter Stegen podría jugar en la posición de pívote sin problemas porque es un Xavi con guantes.

Pero Ter Stegen está debajo los palos. O mejor dicho, acostumbra a estar 5 metros por delante de la línea de gol. Y su presencia, en esta posición, supone una nueva variante táctica para el Barcelona por otorgar al equipo de otro eje de distribución del juego. Ocurría con Bravo pero con la titularidad de Ter Stegen esta característica se ha agudizado. Hay un pívote en el centro del campo y otro en el área. De esta forma, el juego del Barça gana en riqueza, en variantes, en alternativas. Un recurso más que da al Barça una nueva dimensión.

Hay que admitir que siempre hay un momento del partido en el que Ter Stegen no controla el nivel de riesgo. Siempre hay un momento en el que el aficionado se acojona, en el que la temeridad es grande. Ahí hay dos aspectos a tener en cuenta: 1) Es joven (también lo era Valdés cuando cometía penaltis por doquier). Y 2) No se asusta. Así pues, paciencia e irse acostumbrando.