La escuadra transalpina exigirá un mínimo de 35 millones

Cuadrado solo quiere ir al Barça

La puja por el jugador se intuye complicada, aunque Zubizarreta y compañía confían en que la voluntad del futbolista sea determinante

Tomàs Andreu

Juan Guillermo Cuadrado quiere jugar en el FC Barcelona la próxima temporada. Sin embargo, su llegada al Camp Nou deberá sortear un gran número de dificultades. La creciente lista de clubs interesados en la contratación del polivalente futbolista colombiano ha complicado todavía más una operación que lleva camino de concretarse en unas cantidades económicas muy superiores a las que estaban previstas hace unas semanas.

En Italia dan por descontado que el Barça parte con una gran ventaja respecto al resto de competidores. Y es que el club blaugrana hace tiempo que cerró un principio de acuerdo con el futbolista. Se trata de un argumento de peso, de los que se hacen valer en una mesa negociadora, pero que no es suficiente para convencer a la Fiorentina. El club italiano no bendecirá la salida de Cuadrado a cualquier precio. El presidente, Andrea Della Valle, ha asegurado que hará lo posible y lo imposible por retener a su futbolista, aunque ha admitido que visto el interés que ha despertado entre los grandes clubes europeos, convencer al colombiano que siga en la Fiorentina es misión casi imposible.

Cuadrado y su agente, Alessandro Lucci, tienen previsto reunirse con Della Valle en los próximos días. Tras despedirse del Mundial, el internacional quiere resolver su futuro con celeridad. El Barça está convencido que el jugador reiterará al presidente de la escuadra transalpina su deseo de vestirse de blaugrana y su voluntad para que las negociaciones con Bartomeu y Zubizarreta lleguen a buen puerto. Es el punto de partida para atacar el tramo decisivo del traspaso.

Por desgracia, el escenario negociador se ha enturbiado de forma sensible. La Fiorentina, de entrada, ha anunciado el intento de mejorar la ficha de Cuadrado y evitar su fuga. La nueva propuesta económica se aproximará a los tres millones de euros netos por temporada, una cantidad importante pero que se entiende que no va más allá del clásico lavado de imagen ante los aficionados.

No es el caso del resto de competidores. En Italia, la Juventus, al igual que ha sucedido con el caso de Alexis, también ha mostrado su interés por entrar en la puja, pero su situación económica queda muy lejos de clubs como el Barça o la Premier. La Roma, aunque de forma más tímida, ha preguntado por las condiciones de salida del colombiano. Pero la principal preocupación llega de Inglaterra. El Arsenal ha sido el primero en presentar un esbozo de oferta formal. Se trataría de una propuesta fijada en 28 millones de euros. La respuesta ha sido tajante y no deja lugar a dudas: la Fiore la considera ridícula en cuanto a su cantidad y Cuadrado no la estima por cuestiones deportivas. El jugador siempre ha manifestado que tras su paso por el calcio, el siguiente reto sería la Liga española. El Manchester United se ha limitado a insinuar que su oferta será sensiblemente superior en cuanto Van Gaal defina sus prioridades y administre la cuantiosa partida económica destinada a fichajes. El último de la lista, curiosamente, fue uno de los primeros en salir a la palestra. Se trata del Bayern de Múnich. Guardiola y la dirección deportiva aún estarían valorando la opción de apostar por Cuadrado. Si finalmente entran en acción, su apuesta puede variar el rumbo de los acontecimientos.

Aliados de peso

Alessandro Lucci ha visitado Barcelona, como mínimo, en un par de ocasiones. Reuniones para perfilar el contrato de Cuadrado y diseñar la estrategia a seguir frente a la Fiorentina una vez finalizado el Mundial. El momento ha llegado. El club italiano, tras asumir el resto del pase del jugador en manos de Udinese, no aceptará desprenderse de su crack por una cantidad económica inferior a los 35 millones de euros. Otra cuestión muy diferente es como alcanzar esta cifra. En Italia es práctica habitual la inclusión de otros futbolistas para rebajar costes, aunque es una práctica que el Barça ha intentado en numerosas ocasiones y muy pocas veces ha conseguido.

El Barça confía en Cuadrado. Luis Enrique espera que el colombiano sea el amo de la banda derecha, el futbolista encargado de contribuir a un mayor dinamismo y potencia física. Tener amarrada la voluntad del jugador es un paso fundamental, una pauta habitual en los procesos negociadores impulsados por la dirección deportiva blaugrana, pero habrá que ver los argumentos que el club exhibe en su negociación crematística con la Fiorentina. De entrada, el precio de salida será sensiblemente superior al previsto. La Fiore, a día de hoy, ha desembolsado 22 kilos por Cuadrado.