FC Barcelona - Supercopa de Europa

Pedro le regala la Supercopa de Europa al Barça

Pedro Rodríguez permitió al Barça seguir soñando con el 'sextete' dándole al Barça la Supercopa de Europa en la prórroga de una final de auténtica locura ante el Sevilla (5-4)

Ricard López

Pedro se erigió en el héroe del que, si nada lo remedia, pudo ser uno de sus últimos partidos con la camiseta del FC Barcelona. El canario sólo disputó la prórroga pero, en media hora, tuvo tiempo suficiente para deshacer el lío en el que se metió el Barça después de dejar escapar un 4-1 favorable. El canario, pretendido por el Manchester United, podría hacer las maletas rumbo a la Premier League, donde sí le garantizan los minutos que, a día de hoy, no tiene en el Camp Nou. Pero, antes de eso ocurra -si es que pasa-, dejó a la 'gent blaugrana' otro regalo inolvidable. Fiel a su costumbre de marcar en las finales, el '7' permitió al Barça inaugurar la temporada oficial de la misma forma que acabó la pasada: conquistando un título europeo. Uno más -el cuarto, tras la Copa, la Liga y la Champions- en su anhelado camino hacia el 'sextete'.

De la mano Pedro, y de un Leo Messi estelar, autor de dos golazos de falta, el conjunto azulgrana alzó la quinta Supercopa de Europa de su historia en un partido con dos caras opuestas. El Barça fue arrollador mientras le duraron las fuerzas, pero después del descanso se vino abajo físicamente, sufrió y desperdició incomprensible una renta de 4-1. El Sevilla, irreductible como siempre, fue un hueso durísimo de roer. Y forzó una prórroga en la que nadie hubiera creído.

Messi fue el faro y estilete de un Barça que empezó sufriendo con el 0-1 de Banega, a los dos minutos de juego. El centrocampista del Sevilla sorprendió a los de Luis Enrique nada más iniciarse el duelo, ejecutando de forma impecable un libre directo al borde del área tras una falta de Mascherano a Reyes. Ter Stegen, superado, sólo pudo hacer la estatua (0-1, 2').

El Barça salió dormido, pero el susto le duró poco, porque los azulgranas empezaron jugando con tanta garra, intensidad y ambición como la pasada campaña. Un hecho destacable, teniendo en cuenta que estamos en pleno mes de agosto, y la temporada acaba de empezar. Aunque su fuelle decayó tras el descanso, y ese desplome físico permitió a los hispalenses meterse de nuevo en el partido.

Messi fue un vendaval y, tras el 0-1, él solito se bastó para remontar y poner las cosas en su sitio. La alegría sevillista duró hasta el 7', cuando el argentino marcó con un espectacular lanzamiento de falta por un derribo de Krychowiak a Luis Suárez. El '10' superó a la barrera por alto, con una 'rosca' que se coló por la escuadra (1-1, 7').

El Barça se levantó de la lona con furia y, como si fuera Mike Tyson, 'noqueó' a un Sevilla que se veía desbordado por la movilidad y demoledora pegada de su oponente en la primera mitad. En el 9', Rafinha -titular por sorpresa, en detrimento de Pedro- no llegó por pelos a un gran centro de Rakitic. Y, al cuarto de hora, Messi puso el 2-1 enviando al fondo de las mallas otro libre directo lejano, tras otra falta de Krychowiak, esta vez sobre Rakitic.

El '10' fue una pesadilla para un rival que acusó sus bajas defensivas. Y lo mismo puede decirse de Luis Suárez. El uruguayo 'incordió' continuamente a los de Unai Emery -al filo de la media hora, el árbitro ya le había anulado un gol por fuera de juego-. La superioridad azulgrana fue total en este periodo. Y Beto evitó un descalabro mayor con sus paradas -el luso estuvo providencial desbaratando un chut lejano de Alves (32')-, cuando los andaluces se veían desbordados.

Contra todo pronóstico, Rafinha fue el elegido para acompañar a Messi y Suárez arriba tras la baja por paperas de Neymar. Y, al filo del descanso, suyo fue el 3-1 que parecía sentenciar el duelo. El hispano-brasileño remachó en boca de gol una magnífica asistencia de Luis Suárez, instantes después de que el uruguayo fallara un mano a mano con Beto en una contra (3-1).

Las cosas se pusieron aún más de cara cuando, justo en la reanudación, Luis Suárez estableció el 4-1. Busquets interceptó un arriesgado pase de la retaguardia sevillista, y asistió en profundidad al '9' que, solo ante Beto, no perdonó (52').

Quedaban 40 minutos por delante, y pocos podían imaginar que el título pudiera escapársele al Barça. Pero el Sevilla resurgió. Y de qué manera. Tan 'guerreros' como siempre, los de Unai no se rindieron ni aún viéndose con tres goles de desventaja. Reyes empezó dándoles esperanzas marcando el 4-2 en el 57'. Solo en el segundo palo, el delantero andaluz remató a placer un gran centro de Vitolo en un rápido contragolpe. Mathieu -recambio del lesionado Alba- no llegó a interceptar el balón por alto... y Mascherano no estuvo al quite en el segundo palo.

A partir de ese momento, el Barça inició su cuesta abajo. Sus fuerzas parecieron agotarse. Y el arbitraje de Collum tampoco 'ayudó': el escocés pasó por alto un penalti al 'tragarse' unas manos de Krychowiak dentro del área sevillista (60'). En la acción siguiente, Rafinha estrelló en el larguero un saque de esquina. Tampoco la suerte estaba de cara.

Luis Enrique empezó a mover sus piezas dando entrada a Sergi Roberto por Iniesta, en el 62'. Y, poco después, un penalti de Mathieu a Vitolo -al que derribó cuando se disponía a rematar solo a bocajarro-, permitió a Gameiro situar el 4-3 en el marcador. Ter Stegen le adivinó la intención... pero no llegó a detener la pena máxima (72').

El Sevilla se vino arriba, y los cambios defensivos no bastaron al Barça para frenar la sangría. Bartra entró por Rafinha en el 77'. Y un error del primero dio paso al 4-4. Immobile, motivado y muy incisivo, le 'robó' la cartera a Bartra en el lateral del área. Y su centro lo culminó Konoplyanka solo a puerta vacía (80'), forzando así la prórroga.

El Barça intentó sacar fuerzas de flaqueza en el tiempo añadido. Luis Enrique buscó espolear su ataque dando entrada a Pedro por Mascherano (93') -Busquets retrasó su posición al eje de la zaga-. El Sevilla, crecido anímicamente, tuteó a los azulgranas. Pero ahí estaba Pedro para evitar el descalabro cuando peor pintaban las cosas. En el minuto 115', el '7' del Barça remachó un boca de gol un rechace de Beto, después de un peligroso lanzamiento de falta de Leo Messi. El argentino disparó por partida doble después de que la barrera despejara su 'misil' con la mano... y Pedro, al quite, 'fusiló' al meta sevillista para poner al Barça rumbo al 'sextete'.

El viernes y el lunes que viene, próximo capítulo: sin tiempo apenas para saborear el título, llega la Supercopa de España, ante el Athletic de Bilbao, a doble partido.