Roma no era un sueño: histórica debacle del Barça en Anfield

Así fue la locura radiofónica que provocó el ridículo gol de córner que eliminó al Barça de la Champions

 Las radios tampoco daban crédito a la ridícula jugada que le costó al Barça el pase a la final / RADIOESTADIO

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Parecía imposible pero volvió a suceder. El Barça calcó la noche negra de Roma y quedó eliminado de la Champions League tras encajar un histórico 4-0 ante un Liverpool que fue mejor pese a no contar ni con Salah ni con Firmino. Igual que el Liverpool perdonó en el Camp Nou, el Barça lo hizo en Anfield -brutal exhibición de Alisson- y revive de esta forma una pesadilla que parecía olvidada. Origi y Wjnaldum fueron los autores de una noche histórica para los de Klopp. También lo fue para el Barça, pero en lo negativo. El triplete y la Champions quedan atrás, igual que la magnífica temporada realizada hasta la fecha.

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UEFA Champions League

4
0
Alineaciones
Liverpool
Alisson; Alexander-Arnold, Matip, Van Dijk, Robertson (Wijnaldum, m.46); Milner, Henderson, Fabinho; Mané, Origi (Gomez, m.85) y Shaqiri (Sturridge, m.90)
FC Barcelona
Ter Stegen; Roberto, Piqué, Lenglet, Alba; Busquets, Vidal (Arthur, m.74), Rakitic (Malcom, m.80); Messi, Suárez y Coutinho

Valverde dio pistas en la previa y el once confirmó los presagios. El ‘Txingurri’ no es amante de tocar lo que funciona y, tras el 3-0 de la ida, repitió once con Sergi Roberto, Arturo Vidal y Coutinho.

El Liverpool tardó 15 segundos en demostrar que si alguien esperaba a un equipo rendido, estaba equivocado. Pulsaciones al máximo ya desde el inicio. Sobre todo entre Robertson y Messi, que se engancharon tras darle el británico una ‘colleja’ al argentino. El verdadero golpe, no obstante, iba a llevar la firma de Origi Jordi Alba calculó mal en una cesión atrás de cabeza, Mané la dejó para Henderson y el ariete belga aprovechó el rechace de Ter Stegen, que bastante hizo con evitar el tanto de Henderson. La eliminatoria acababa de resucitar.

El tanto metió miedo.  Y nervios. Sergi Roberto tocó para atrás y Origi no se anticipó por milímetros a Ter Stegen. Los fantasmas de Roma aparecían por momentos. Pero antes que la cosa fuera a peor el Barça despertó. En solo cinco minutos, los de Valverde generaron tres ocasiones clarísimas de contragolpe para igualar el duelo. Primero, Alisson sacó una gran mano a Messi. Y acto seguido, el meta volvió a lucirse ante Coutinho justo antes de que Van Dijk salvara un surrealista ataque del Barça de cuatro contra uno en el  área ‘red’.

No tuvieron acierto los azulgranas pero al menos obligaron al Liverpool a recular. Poco a poco, las aguas volvían a su cauce. En la banda, Klopp trataba de que no bajara la temperatura activando su modo ‘showman’.

Varias interrupciones por lesión contribuyeron a que bajara el ritmo del duelo en el tramo final del primer tiempo, período en el que Arturo Vidal se erigió como uno de los más destacados del Barça al recuperar infinidad de balones. Gustará más o menos, pero el chileno es cada vez más imprescindible. Arriba, la movilidad de Mané y la presencia física de Origi seguían  incomodando a la zaga culé, sobre todo con balones a la espalda de los laterales.

Ante los serios avisos azulgranas, Klopp pidió cabeza a sus pupilos para mantener la portería a cero y la licencia de seguir soñando. En cuatro alocados minutos de tiempo añadido –el partido iba a ráfagas-, el Liverpool forzó dos córners  más con peligro y en la última acción Alisson sacó un mano a mano a Jordi Alba. No quedó claro en el Camp Nou pero sí en Anfield: el brasileño es un porterazo.

La segunda mitad fue un ‘deja vú’ en  su arranque. Córner a favor del Liverpool. Y pudo ser peor, pero apareció Ter Stegen para salvar el remate de espuela de Van Dijk. La réplica la puso Luis Suárez, pero Alisson volvió a salir ganador del mano a mano. Esa acción sería el inicio del drama. De la locura. De la apoteosis de Anfield. En solo dos minutos, Wijnaldum igualó la eliminatoria con dos goles en dos minutos. El primero llegó tras una pérdida de Jordi Alba. Ter Stegen, casi siempre salvador, pudo hacer más en el disparo centrado del holandés desde la frontal. El 3-3 sí sería un golazo. Centro desde la izquierda y testarazo inapelable del ex del Newcastle, que había entrado en el descanso por un lesionado Robertson.

Tras el 3-0 se vivieron unos minutos de pausa. Como si ambos conjuntos necesitaran procesar qué hacer en el tramo final. Ir a la prórroga ya era un desastre por si solo para el Barça, pero viendo la que caía no estaban los de Valverde para hacerle ascos al tiempo extra.

A falta de 10 minutos se consumó la tragedia. Origi aprovechaba la desidía de los jugadores azulgranas para rematar a placer cerca del área pequeña. Cuando el belga remató, los de Valverde todavía estaban esperando el centro. Solo por esa jugada, la plantilla ya debería pedir perdón al barcelonismo. Un tanto de lo más ridículo que se ha visto en la historia del Barça.

Todos los caminos llevan a Roma y el Barça también sufrió el tópico. No fue una pesadilla, fue real. El sueño del Wanda, en cambio, sí se quedo en eso. En un sueño. Debacle azulgrana histórica por segundo año consecutivo.