Conoce la historia de Manuel Neuer y el osito

Muchos jugadores de fútbol comenzaron a jugar en otras posiciones antes de asentarse en la que juegan cuando son profesionales, pero el caso de Manuel Neuer no es así. El portero del Bayern, con unos seis años, ya jugaba en esa demarcación, pero con algunos detalles más que curiosos. 

Al alemán, actual campeón del Mundo en Brasil 2014, no le gustaba nada que le marcasen goles y por eso lloraba cada vez que le anotaban un gol y él no podía hacer nada además de estar acompañado por su osito de peluche. 

Como se ve en las imágenes, la delicadeza de este genio, que se enfrentará al FC Barcelona en las semifinales de la Champions, se notaba de muy niño: 

Hasta en las concentraciones del equipo antes de comenzar el partido, el portero tenía agarrado a su peluche y durante el encuentro lo tenía en la esquina de la portería. "Lloraba cuando me metían un gol porque pensaba que era culpa mía. Yo era el último jugador del equipo y tenía que evitar los goles", cuenta Neuer.