FC Barcelona

Las claves para entender la explosión de Piqué

El defensa se ha convertido en una referencia del equipo al asumir los galones en defensa que en su día tuvo Puyol. Gerard Piqué, a sus 28 años, alcanza la madurez en el terreno de juego con un montón de títulos a sus espaldas 

Piqué, el nuevo líder del Barça

Piqué, el nuevo líder del Barça / sport

Albert Masnou

Con un coeficiente intelectual de 170, el de un “superdotado”, según aseguró su propio padre en una entrevista a la contra de La Vanguardia, Gerard Piqué atraviesa un momento dulce en su carrera deportiva hasta el punto de estar cerca de sumar tantos títulos en su palmarés como años tiene.

A sus 28 años, Piqué logró en Yokohama el título 27 de su carrera deportiva y supera de esta forma a Paolo Maldini que abandonó el fútbol con 26 galardones, todos con el Milan. Piqué ya es el central más galardonado de la historia del fútbol y no sería una locura pensar que, con tantos años por delante en su carrera deportiva y la racha por la que atraviesa el equipo en el que juega, pueda superar a Gary Neville (31), Vitor Baía (35) o Ryan Giggs (36) como los jugadores que más títulos han ganado en la historia del fútbol mundial.

Gerard Piqué, que llegó al Barça en 2004 rechazando ser presentado como el primero de los fichajes de ese verano para no crear demasiadas expectativas, ha ido ganando galones con el paso del tiempo y se ha convertido en la referencia defensiva del Barcelona después de la marcha de Carles Puyol. ‘Geri’ ha heredado el trono y lo sostiene con honor pues atrás han quedado esas etapas en su juego llenas de despistes que le dejaban en evidencia. Acostumbraban a pasar a inicio de temporada, cuando hay poco en juego y una escasa motivación para volver a los entrenamientos después de un mes sin entrenar, de viajar por el mundo, sin pensar en fútbol y dedicándose a sus otras pasiones.

COMPETIR VS ENTRENAR. A Piqué no le apasiona entrenar. Hay fases de la temporada en la que desconecta. Puyol fue su principal marcador cuando esto ocurría. Ambos mantenían (y mantienen) una gran sintonía y se complementaban porque las virtudes de uno eran los defectos del otro. No era extraño escuchar a Puyol, cuya mejor característica fue de la vivir el fútbol en su integridad, reñir a Piqué durante un entrenamiento o durante un partido. “Deja de pensar en los que harás esta noche y juega”, le gritó en medio de un encuentro en el Camp Nou al ver a Piqué despistado.

Algunas fases de la larga temporada se le hacen duras, e incluso monótonas pero cuando tiene alguna zanahoria delante Piqué se convierte en un animal totalmente competitivo. Es capaz de efectuar doble sesiones de entrenamiento para estar bien en un partido contra el Madrid o cuando hay los títulos en juego. Piqué disfruta, sobre todo, ganando; más que jugando. El resto le es un poco indiferente, o menos trascendente. Quizás por esta razón hay que buscar en los continuas polémicas que alimenta contra Madrid. Piqué asume un protagonismo en el Barcelona que antes correspondía a Guardiola o a Laporta. Madrid y su caverna siempre necesita un blanco de las iras o una excusa para justificar los malos resultados y acostumbra a fijarse en Piqué. Entre otras cosas, porque él da pie a que así sea. 

Pese a que su entorno le ha aconsejado que antes de buscar polémica en la redes sociales  y, quien sabe, le va bien estar en el centro de la polémica porque esto le hace estar en tensión, concentrado y vivir estas fases de la temporadas menos interesantes con la suficiente motivación para rendir a un buen nivel.

LÍDER EN EL CAMPO. Mascherano se ha convertido ahora que no está Puyol en su sombra y Piqué, más maduro que entonces, ha dado un paso adelante hasta convertirse en el mejor central del mundo. Es un hombre clave en el equipo de Luis Enrique porque, con Busquets, Iniesta o Messi, representa una forma de entender el juego, la columna vertebral del inicio del juego. Su rendimiento esta temporada está siendo espectacular. Quizás como nunca porque combina seguridad, seriedad y liderazgo. Fino en la salida del balón y impecable en el juego aéreo se ha convertido en el mejor recuperador de pelotas del equipo (una media de 10 por partido), con ventaja con Mascherano (9), Busquets (7,1) o Rakitic (5,1). Ha demostrado su inteligencia a caudales -quizás la que explica su padre- para asentarse como un hombre referencia en el Barça y en el fútbol actual. Piqué es el nuevo líder.