Claudio Bravo se aleja del Zamora tras un mes fatídico

Claudio Bravo es un portero solvente, sólido y seguro bajo palos. Sin embargo, en los últimos partidos se ha contagiado de la dinámica del equipo. El meta chileno ha encajado siete goles en los últimos cuatro partidos, de modo que ha visto como se alejaban sus aspiraciones a revalidar el Trofeo Zamora. 

Hasta el partido contra el Villarreal, el primer tropiezo de la fatídica racha negativa del equipo, Bravo había encajado solo 15 goles en 25 partidos y le disputaba el premio a mejor portero de la temporada con el colchonero Jan Oblak, quien cuatro partidos atrás lideraba la tabla con 12 goles encajados en 29 partidos. 

Sin embargo, cuatro partidos después, las distancias entre ambos se han hecho prácticamente insalvables, teniendo en cuenta que solo faltan cinco partidos para la conclusión de la temporada. Los goles contra el Villarreal (2), el Real Madrid (2), la Real Sociedad (1) y el Valencia (2), han aumentado la cuenta particular del chileno a 22 goles encajados en 29 partidos, mientras que el esloveno lleva 16 goles en 33 partidos. 

Para entender la racha negativa del portero hace falta contextualizarla en la crisis de resultados del equipo catalán. Por un lado, la fragilidad defensiva del equipo y la facilidad que han tenido últimamente los rivales para ganar la espalda a los centrales azulgranas, han dejado vendido al guardameta en más de una ocasión. 

Por otro lado, Bravo tampoco puede permanecer ajeno al debate sobre la portería. Hasta ahora, el capitán de la 'roja' había convivido con la titularidad de Marc-André Ter Stegen en la Copa y la Champions. Pero en las últimas semanas, el alemán ha tensado la cuerda, dando un ultimátum al club con sus declaraciones apuntando que si no juega la Liga tomará una decisión a final de temporada sobre su futuro. Las exigencias del germano, llamado a convertirse en el futuro de la portería del Barça, han tensionado al portero chileno sobretodo después de que el equipo quedara eliminado de la Champions.