La cantera merece más minutos

El del Huesca fue un partido de reivindicaciones. Ausentes las 'vacas sagradas' del equipo, los más jóvenes aprovecharon su oportunidad para ponérselo todavía más difícil a Luis Enrique de cara a próximas convocatorias. No solo no fallaron, sino que brillaron por encima del resto en un encuentro en el que Rafinha ejerció de brújula junto a Sergi Roberto; Adama se postuló como arma desequilibrante y delantero del futuro y Samper controló la basculación entre defensa y centro del campo como pivote defensivo.

El rival y el resultado cosechado en la idea daba para experimentos y probaturas, pero también para un exceso de confianza que acabara convirtiendo el partido en una trampa para quienes no están contando con minutos esta temporada. Conscientes de ello, los canteranos se pusieron manos a la obra para no defraudar a Luis Enrique. Y no lo hicieron.

Rafinha, intermitente en este primer tramo de temporada a causa de las lesiones, ejerció de líder. Ausente Xavi Hernández, el canterano dirigió el encuentro con solidez y acierto. Repartió asistencias y controló el tempo de un partido que dejó ver sus mejores cualidades. Se postuló como alternativa del de Terrassa y se entendió a la perfección con Sergi Roberto, que aprovechó la oportunidad para marcar su primer gol de la temporada y asistir a Iniesta en el mejor tanto de la noche. 

Miembros de pleno derecho de la primera plantilla, los dos centrocampistas ofrecieron uno de sus mejores partidos en lo que va de temporada. También aprobó con nota Samper, a caballo entre el filial y el equipo de Luis Enrique. Completó el inédito centro del campo en el papel de pivote defensivo y dejó destellos de su calidad no sin olvidar su faceta más ofensiva. Se multiplicó en tareas e incluso se convirtió en asistente de Adriano con un pase en profundidad. 

Aunque si alguien se subió al carro del primer equipo ese fue, sin duda, Adama. No por marcar el séptimo gol de la noche, sino por la sensación de peligro y desequilibrio que generó en todo momento. El delantero de L'Hospitalet de Llobregat tiene velocidad y regate como demostró en el 7-0 del Camp Nou.

A sus 18 años, el goleador del filial está firmando una de sus mejores temporadas y, de no ser por la presencia de cracks de la talla de Messi, Neymar o Luis Suárez, bien merecería una oportunidad en el primer equipo para empezar a curtirse. Con las ideas claras y un rendimiento físico exquisito, el delantero demostró que puede ser un factor sorpresa para esos momentos en los que el juego ofensivo se atasca. Luis Enrique tomó nota como la afición del FC Barcelona, que puntuaron con muy buena nota a cuatro jugadores que demostraron estar preparados para tener mayor presencia en el equipo del asturiano.