Cámara, un debut dedicado al esfuerzo de sus padres

Juan Cámara guardó como un tesoro la camiseta con el dorsal ‘27’ que lució el miércoles en el Bay Arena, en su estreno como jugador del primer equipo del Barça. No solo porque era de su debut oficial, sino porque tenía unos destinatarios muy concretos, sus padres. Los que le vieron abandonar su casa de Jaén siendo un crío de doce años, con destino Villarreal, para labrarse una carrera en el mundo del fútbol. La camiseta es para sus padres porque es su manera particular de devolverles tanto esfuerzo. 

“Mis padres viajan cada fin de semana desde Jaén a Barcelona para poder verme. No importa contra quién juguemos; cada viernes por la tarde cogen el coche para venir, se quedan conmigo el fin de semana y el domingo, de vuelta a casa. Esos 800 kilómetros que hacen cada semana merecen un premio y por fin podré dárselo”, comentaba el jugador en la zona mixta del estadio del Bayer Leverkusen. 

Sus padres regentan un negocio familiar en Jaén (su padre es mecánico y su madre lleva los papeles del taller) y desde hace casi diez años, dedican todos los fines de semana a cruzar media España. Casi ocho horas de ida por carretera y otras tantas de vuelta para que Cámara no olvide dónde están  sus raíces. 

Zurdo cerrado, como no duda en definirse, Cámara debutó con el Barça jugando en una posición prácticamente desconocida para él, el lateral izquierdo. “Estaba un poco nervioso porque apenas he jugado  ahí, pero luego todo salió bien. Fue  el debut soñado”, proclamó. Habitualmente actúa como interior, e incluso como extremo, siempre pegado a la banda izquierda, pero no como lateral. 

Internacional con la sub-16 y la sub-17, Cámara se incorporó al Villarreal en edad infantil, y creció en la cantera del equipo castellonense hasta que el  año pasado firmó por el filial blaugrana. Luis Enrique ya le había convocado para varios amistosos de pretemporada e incluso para el primer partido de Liga en Bilbao, pero Cámara aún no había tenido la oportunidad de debutar oficialmente.