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Ben Arfa, el talento que volvió del infierno

Analizamos la carrera de uno de los delanteros que están en la agenda del Barcelona. Así juega uno de los jugadores más controvertidos de la historia reciente del fútbol francés. Un enfant terrible a descubrir

El Barça negocia por Ben Arfa

El Barça negocia por Ben Arfa

DÍDAC PEYRET

"Un niño malcriado". "Un talento desperdiciado". A Ben Arfa le ha perseguido siempre una fama de enfant terrible y de eterna promesa. El suyo es un caso más de niño prodigio y el peso de las expectativas. Porque Ben Arfa era el escogido de una generación formidable, de la que también formaban parte futbolistas como Benzema, Nasri o Menez, para liderar a la selección francesa.

Un niño prodigio

Los que participaron en el Europeo Sub'17 no dudan en señalar al entonces jovencísimo mediapunta como la estrella de Francia. En la final se enfrentó a la España de Cesc y Piqué. "Ya era un jugador muy rápido. Era muy habilidoso, dotado técnicamente. Era capaz de realizar driblings y regates en seco a una velocidad enorme. Costaba mucho defenderle", recuerda Pepe Plà, el entonces capitán de la selección, en futbolprimera.es.  

La carrera de Ben Arfa está marcada por un descenso a los infiernos tras abandonar Francia. Aunque en su país ya tuvo algunos problemas. En el Lyon se habló siempre de una relación deteriorada con Benzema aunque fue con Sébastien Squillaci con quien terminó peleándose en un entrenamiento.

Más tarde, fichó por el Marsella a pesar de tener grandes ofertas para jugar en el extranjero. En el conjunto francés exhibió, en líneas generales, un gran nivel, aunque siguió alimentando su fama controvertida. Conocidos fueron sus desencuentros con Cissé, el camerunés Modeste M'bami e incluso Deschamps. En su etapa en el Marsella marcó 15 goles en 91 partidos.

En su país dejó la sensación de quedarse a medio camino de lo que prometía. Pero fue en Inglaterra donde se planteó incluso la retirada. La experiencia en el Newcastle fue muy irregular (14 goles en 86 partidos), tampoco ayudó su cesión al Hull City, aunque el gran desencanto llegó cuando la FIFA le negó el permiso para jugar en el Niza el año pasado al no estar permitido jugar en tres equipos durante el mismo curso.   

Finalmente y tras poder participar con el conjunto francés, Arfa reconoció haber vuelto del infierno tras una etapa muy oscura. "Son esos momentos en los que todo el mundo te da la espalda. Cuando no ves el final del túnel. Estás solo, sin apoyo y se avanza en la niebla.He vivido de todo, pero hoy tengo la suerte de tener un buen club y sobre todo un entrenador que me apoya. Este es el paraíso comparado con lo que he experimentado. Ya no me siento solo. Me siento querido", reconoció en una entrevista a 'Onze'. 

Más maduro, más alejado del ruido

En el Niza ha encontrado, por fin, la estabilidad y ha explotado su talento con los mejores números de su carrera (17 goles) a los 29 años. Y asegura, cerca de los treinta haber madurado. "Con los años te das cuenta de que tenemos que ser más tolerantes, aceptar nuestros errores y los de los demás. Me hacía estas preguntas, y terminé haciendo un trabajo psicológico. Internamente, fue un gran esfuerzo. Pero valió la pena".

La gran decisión

Ahora puede llegarle la gran oportunidad de su carrera en un Barcelona que le sigue y lo ve como una opción interesante, ya que termina contrato ese verano y llegaría gratis. El mediapunta tiene ante sí todo un dilema: seguir en el equipo donde ha encontrado la estabilidad o probarse en uno de los clubs más exigentes de Europa.