FC BARCELONA

El Barcelona no renunció a Alfredo Di Stefano, fue un robo

SPORT aclara una información errónea de Marca

Los documentos publicados por La Vanguardia en 2013 que prueban la intervención franquista en la llegada de Di Stefano al Madrid

Los documentos publicados por La Vanguardia en 2013 que prueban la intervención franquista en la llegada de Di Stefano al Madrid / sport

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Solo existe una verdad sobre la llegada de Di Stefano al fútbol español, pero del caso, por contar con tantas partes implicadas, se han hecho diversas interpretaciones. Entre ellas, dos han dominado la opinión pública: la que llega de Madrid y la que nace de Barcelona. Sin embargo, no fue hasta la publicación de varios documentos oficiales de la época por parte del periodista Xavier G. Luque en La Vanguardia cuando se pudo probar que la versión que ha esgrimido siempre el Barça es la única válida. 

Sin embargo, desde Madrid insisten en que el Barcelona renunció al jugador e incluso se atreven a considerar aquella renuncia, como ha hecho Marca, como uno de las diez peores decisiones de la historia del deporte, como si la renuncia hubiera sido voluntaria y, antes, no hubiera actuado la maquinaria franquista para vestir a Di Stefano con la camiseta del Real Madrid. 

La realidad es que Di Stefano dejó River Plate para jugar en el Millonarios de Bogotá. La FIFA no reconocía la Liga colombiana de forma oficial, por lo que dictaminó que el club de Bogotá no podía traspasar al jugador, que debía regresar al River Plate el 15 de octubre de 1954. El Barcelona cerró su fichaje con los argentinos, mientras que el Real Madrid lo hizo con el Millonarios. FIFA y Federación Española consideraban ilegal el acuerdo entre blancos y colombianos. Lo demuestran los documentos oficiales en los que el presidente de la Federación Española, Sancho Dávila, publicados por García Luque el 25 de febrero de 2013, asegura que "la fima por el Madrid es papel mojado". 

Dávila, que abandonó el cargo meses más tarde, no influyó en la operación tramada por el regimen franquista y el Real Madrid, que lograron imponer que Di Stefano alternara ambos clubs cada dos años. Lo firmaron los presidentes de Barça y Madrid, pero en el club blaugrana provocó la dimisión en pleno de la directiva y la cesión de todos los derechos del jugador al Real Madrid. 

La renuncia, así, no solo fue un acto de dignidad, sino también obligado por los movimientos consensuados entre el franquismo y el Real Madrid, contradiciendo absolutamente la normativa de la FIFA e, incluso, la de la Federación Española.